Autismo, una lucha contra la exclusión; carencia de políticas públicas

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No es que se realice un tamizaje al nacer y ya sepas que algo no va bien, es lo que te vas dando cuenta conforme va pasando el tiempo.” Gerardo Gaya director de Iluminemos de Azul

CIUDAD DE MÉXICO.

Los 20 mil niños que se estima nacen con autismo cada año en nuestro país, están en “tierra de nadie”. Son un grupo minoritario dentro del grupo vulnerable de personas con discapacidad.

“A veces el autismo se considera una discapacidad, a veces se considera un condición de vida y otras veces un trastorno, entonces tiene diferentes vertientes que convierten a las personas con autismo en un grupo vulnerable dentro del propio grupo vulnerable, porque en el autismo y en temas del neurodesarrollo en general, no es que se realice un tamizaje al nacer y ya sepas que algo no va bien, es lo que te vas dando cuenta conforme va pasando el tiempo, y muchas veces ese tiempo puede ser cinco años o 38 años para obtener un diagnóstico”, advirtió Gerardo Gaya, director de Iluminemos de Azul A.C.

En este contexto, el activista planteó que, hasta ahora, la política pública para atender a uno de cada 115 niños que viven con autismo, ha sido más bien intuitiva, pues no existen protocolos de diagnóstico temprano, que podrían cambiar el rumbo de sus vidas, con la terapias adecuadas que les permitirían desarrollar las habilidades sociales necesarias para integrarse a una escuela y luego a un trabajo.

“En Estados Unidos, las cifras de diagnóstico, por ejemplo, más o menos están en un promedio de dos años seis meses a dos años ocho meses de edad y pretenden bajarlo y disminuirlo todavía a los dos años. Aquí en México, ni siquiera sabemos a qué edad se está recibiendo en promedio el diagnóstico, tenemos información como sociedad civil, pero no tenemos datos oficiales del gobierno, que nos permitan actuar e implementar una política pública correcta”, lamentó.

Durante una entrevista con Excélsior, dejó en claro que el autismo no se “padece” porque no se trata de una enfermedad, pero lo que sí se sufre es la exclusión por parte de la sociedad y la falta de servicios.

“Lo más difícil es la invisibilidad del tema, físicamente el autismo es invisible a los ojos, entonces cómo vamos a reconocer algo que no vemos; cómo vamos a incluir algo que desconocemos y donde creo que la discriminación es más fuerte, es cuando se juzga a la mamá por el comportamiento de su hijo o se juzga al papá por el comportamiento del niño, ahí es donde se requiere compresión”, indicó.

NO BASTA CON UNA POLÍTICA ASISTENCIAL

Al referirse al programa de becas para personas con discapacidad del gobierno federal, al que sería muy difícil que accedieran niños con autismo debido a la casi “misión imposible” que representa tener un diagnóstico de la condición, Gaya señaló que lo que se requiere es inclusión.

“Sin duda alguna, la política de las becas no basta y si bien la aplaudimos y la reconocemos, yo creo que se destina una millonada de presupuesto a un tema de mantener el problema y no de erradicarlo, al final el del día, el mundo de la discapacidad en general y del autismo lo que requiere es inclusión, y no vamos a lograr la inclusión solamente con un programa asistencial, se requiere capacitación en las escuelas, en el sector salud para un diagnóstico temprano, y accesibilidad. Somos un país donde el transporte público ni siquiera es accesible para personas con discapacidad, lejos para una persona con autismo”, expuso.

Los datos

  • Hoy se realizará una caminata del Ángel de la Independencia a la Palma, a las 9:30 horas, con el fin de hacer visible el tema.
  • El Trastorno del Espectro Autista es una condición que dura toda la vida; se caracteriza por dificultades en la reciprocidad social, la comunicación, y la presencia de conductas estereotipadas e intereses restringidos.
  • Es una condición que afecta la manera en que una persona percibe y socializa con otras personas.

 





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