09 de Marzo de 2019
Al que no habla, Dios no lo oye.
Proverbio Popular
Mi querido viejo: como tú sabes, la Organización Mundial de la Salud OMS es una rama de la Organización de las Naciones Unidas que está dedicada específicamente a los problemas de salud de todo el mundo; tiene varios programas, uno de ellos se llama Programa de los mil días, mil días que van desde la concepción de un nuevo ser humano hasta los dos años o poco más. La OMS señala que el futuro de cada niño está en esos mil días, ya que si el embarazo es normal, la madre y el niño están bien alimentados y sanos, todo irá bien y, luego, en los dos años siguientes, la alimentación, la protección, la estimulación neuromuscular y cerebral por parte de quien los cuida, serán determinantes para que el niño crezca sano y sea un adulto feliz.
De la misma manera, la preocupación por la integridad física, social y mental de las mujeres ha llevado a la OMS a hablar de la protección que necesitan si están solas, bien porque son madres solteras o porque hay mala relación con su pareja; los gobiernos deben establecer normas para protegerlas si sufren acoso, agresiones físicas o mentales por parte de los hombres, sean o no su pareja.
Y, finalmente, la OMS señala la importancia del envejecimiento activo, la necesidad de que los gobiernos reconozcan el tesoro que tienen en los viejos, que han dado su vida en el trabajo, formaron sus hogares, cumplieron con la sociedad, y al fin de la vida merecen atención, respecto y apoyo.
Te digo esto, querido viejo, porque vemos con sorpresa y horror que la nueva administración de nuestro país, que ha prometido el bienestar, la paz y la seguridad para todos los mexicanos, ¡ha decidido abandonar a su suerte a millones de bebés, a miles de mujeres agredidas y lesionadas, y a nosotros los viejos!
Sí, querido viejo, a mí me gustaría hablar de cosas hermosas, pero mi indignación es grande cuando de un plumazo, sin mediar estudios o análisis de cómo operan, se cancelan los apoyos a más de nueve mil estancias infantiles en las que los bebés pasan esos primeros mil días atendidas por personal especializado, y que de la misma manera, se cierran los miles de refugios en los que las mujeres golpeadas, agredidas o amenazadas se protegen de sus agresores, y finalmente, nos enteramos con tristeza que no hay programa para los viejos, que los apoyos financieros que se han dado hasta la fecha van a disminuir, y que, al cerrar las estancias infantiles, ¡los viejos nos encargaremos de los bebés mientras sus mamás van al trabajo!, ¡vaya falta de sensibilidad!
Frente a eso, querido viejo, hay que recordar la frase de Daniel Innerarity, filósofo vasco que ha escrito muchos libros sobre lo que ocurre en nuestro mundo y la democracia, y habla una y otra vez de la responsabilidad que tenemos los ciudadanos, que no termina cuando vamos a las urnas y emitimos el voto; dice: “Voto, luego exijo”, ya que si votamos, tenemos derecho a exigir que se cumpla lo que los candidatos prometieron.
Y en esta semana tuvimos una pequeña muestra de que las exigencias de nosotros pueden lograr buenos resultados; la demanda de miles de ciudadanos hizo dar marcha atrás a la decisión de cancelar las estancias infantiles y los apoyos para las mujeres en peligro, lo que no es poca cosa, ¡bien por la Sociedad Civil, bien por las autoridades que escuchan y actúan razonablemente!, necesitamos más, que los viejos tengamos un apoyo digno y eficaz en eta sociedad.
Todos votamos por un México mejor, libre de inseguridad, amenazas y violencia, por eso te invito, querido viejo, a que alces la voz, en la familia, con los amigos, en las redes sociales, en mensajes a la autoridad, en la forma que sea, para que se escuche nuestra voz y se respeten nuestros derechos.
Médico y escritor
Facebook: Bien y de Buenas Rafael Álvarez Cordero
