Dedicada esta entrega, con cariño, a todas las mamás.
A propósito de la reunión, en Palacio Nacional, entre el comisionado de las Grandes Ligas, Rob Manfred, con el presidente Andrés Manuel López Obrador, sobra decir si éste pudo presumir unos objetos de colección o si dijo que el beisbol fomenta ciertos aspectos. A Manfred le está tocando muy rudo el tránsito en lo relativo a la relación con el sindicato de peloteros y, a pesar del dineral que genera MLB, es un fuerte problema latente, pues la esencia del beisbol no es tener contentos a los dueños, es tener a los mejores peloteros en el diamante —por algo son Grandes Ligas—, no se nos olvide lo disparejo de las circunstancias para los agentes libres sin trabajo y los ligaminoristas, por ejemplo.
Es un megadespropósito la idea de un equipo de Ligas Mayores basado en nuestro país, nos siguen queriendo vender espejitos, cuando no podemos ni siquiera establecer plazas sólidas en nuestra liga de verano, ¿cómo pagar una nómina del big show? En lo relativo al Presidente de México, evitando cuestiones políticas, ni siquiera fue posible que la LMB le cumpliera la idea de regresar (un poco forzadamente) a Veracruz y, ahora, la LMP apenitas anunció (igual, un poco forzadamente) la confirmación del ingreso de Monterrey al invierno, cuando de Algodoneros de Guasave seguimos teniendo una falta de certeza.
Vayamos al título… Hace tiempo, este autor publicaba una serie de entregas llamadas “Beisbol y política”, recogiendo datos sobre el entonces mucho mayor peso de campañas, personajes de la política y (sobre todo) recursos públicos apalabrados, prometidos o ya de plano involucrados. Eran entre simpáticos y preocupantes los comentarios, pues no falta quien lo ve mal o, peor, quien intentaba eso que ahora llamamos “maroma” para justificar al político en turno.
Estamos en 2019 y parece desvanecerse esa tendencia de querer erradicar el dinero público relacionado con el beisbol, nada bueno puede venir de eso. También habrá intentos de maromas ante el hecho de que, para una supuesta difusión del beisbol este sexenio, se estarían destinando nada menos que… ¡2,100 millones de pesos!
Dudamos del despliegue, por lo aquí ya mencionado de que Probeis no ha sido siquiera para desplegar un calendario de actividades. Lo neurálgico: quieren hacer “llegar a Grandes Ligas”, mediante 15 o 16 academias, a entre 60 y 80 peloteros mexicanos —¿nacidos en México?— durante este sexenio, cuando actualmente se tiene a un aproximado de 163 jóvenes mexicanos en sucursales, ¿ellos son de la “anterior administración”? En el mejor plan, existen demasiadas cosas que aclarar y… trabajar.
