Brexit, el inicio del retiro británico

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Ilustración: Horacio Sierra

CIUDAD DE MÉXICO.

En junio de 2016 los británicos decidieron, mediante un referéndum, salir de la Unión Europea.

Mientras que Londres se inclinó por permanecer en el bloque europeo, la mayoría de las regiones votó por la salida, aunque la postura de Escocia e Irlanda del Norte marcaría los siguientes dos años de negociaciones.

Más de 30 millones de personas votaron, registrando una histórica participación, pues esos números no se habían visto desde la elección general de 1992.

El 52 por ciento de los votos fue en favor de dejar la UE y 48 por ciento a favor de permanecer en ella.

Entre las consecuencias inmediatas se dio la renuncia de David Cameron como primer ministro. Desde un inicio, él se mostró a favor de la permanencia de Reino Unido en el bloque económico.

Theresa May fue proclamada como sucesora de Cameron y recibió el encargo de formar gobierno el 13 de julio.

La premier consiguió, el 29 de marzo de 2017, la aprobación del parlamento británico.

Pero el proceso de divorcio de la UE no sería fácil e inmediato, May debía negociar un acuerdo de salida ordenada con los otros 27 miembros.

La palabra Brexit es una contracción de dos palabras en inglés: “Britain”, una abreviación de Gran Bretaña y”exit” o salida, agregada para referirse a su separación de la Unión Europea.

La UE es una alianza política y económica conformada por 28 países de Europa, que se entabló después de la Segunda Guerra Mundial y que se convirtió en un solo mercado.

Esto le dio la ventaja de autónomo, lo cual permite el libre tránsito de bienes y personas provenientes de los países miembros.

El euro se estableció como la moneda única, aunque sólo es usada por 19 de los integrantes.

Tiene su propio parlamento y sus propias reglas y regulaciones sobre temas como ecología, transporte, derechos del consumidor o cargos de tarifas telefónicas.

Sin embargo, desde que Reino Unido se incorporó a la Unión Europea delimitó condiciones de permanencia, no usa el euro y no se apega a varias de sus políticas como la social y la financiera.

Uno de los principales motivos para convocar la consulta de 2016 fue que, debido a las políticas de la UE, la migración en Gran Bretaña aumentó drásticamente.

Esto incomodó a miles de ciudadanos que vieron limitadas sus posibilidades de crecimiento económico y el acceso a muchos programas sociales.

En 2015, aproximadamente, 630 mil extranjeros se establecieron en la región. En los últimos 25 años la población en Reino Unido aumentó de 57 millones a 65 millones.

Expertos, así como algunos funcionarios, alertaron que si continuaba al alza, en diez años alcanzaría los 70 millones de habitantes, la mitad compuesta de migrantes.

La próxima semana, en estas mismas páginas, Excélsior le presentará los obstáculos que GB ha enfrentado y los personajes clave para el Brexit.





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