Controlan el gasto en burocracia; nómina subió 0.1% por año

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CIUDAD DE MÉXICO.

El gasto corriente del presente sexenio, excluyendo pensiones, registró un crecimiento de 1.1% promedio anual en términos reales, cifra inferior a lo que se observó en los periodos 2001-2006 y 2007-2012, en los que aumentó 5.4%, y menor también a la registrada entre 1995 y 2000, de 4.1 por ciento.

4.4 por ciento será el crecimiento anual real del gasto en materiales y suministros, y servicios generales

Según datos de Hacienda, este gasto, destinado a la operación del Estado para ofrecer bienes y servicios públicos a la sociedad, totalizó un billón 840 mil millones de pesos de enero a septiembre de este año.

El rubro con mayor control fue el pago de la nómina de los servidores públicos, que tuvo un crecimiento real anual de 0.1%, que contrastó con lo observado en los tres sexenios previos: 2.5, 3.6 y 5.3%, respectivamente.

El dato del actual sexenio sugiere que el gasto agregado en servicios personales creció conforme a la inflación observada.

Otros gastos administrativos, como materiales y suministros, y servicios generales, crecerán 4.4% promedio anual real en esta administración.

La situación descrita implica que, junto con la caída de 3.0% real anual del gasto de inversión entre 2013 y 2018, el crecimiento del gasto total del sector público se explicará en mayor medida por los conceptos no susceptibles a ser recortados, como el pago de pensiones, el servicio de la deuda y las transferencias a los estados.

 

Gasto corriente se frenó este sexenio; finanzas públicas

 

Se elevó 1.1%  promedio anual, la cifra más baja en tres gobiernos

Durante enero-septiembre de este año, el gasto corriente, excluyendo pensiones y jubilaciones del sector público, totalizó en un billón 840 mil millones de pesos, lo que implica un crecimiento de 1.1% promedio anual en términos reales respecto al mismo periodo de 2012, según cifras de la Secretaría de Hacienda.

2.7 por ciento promedio anual real crecerá el gasto público federal durante el actual sexenio

La expansión durante el actual sexenio del gasto corriente sin pensiones será inferior a lo que se observó durante los periodos 2001-2006 y 2007-2012, en los que se incrementó 5.4% promedio anual real, y también entre 1995 y 2000, cuya tasa de crecimiento anual real fue de 4.1 por ciento.

La importancia de este indicador radica en que mide el gasto de operación federal para proveer bienes y servicios públicos a la sociedad y cumplir con las funciones esenciales del Estado excluyendo aquel que está fuera del control gubernamental, es decir, las pensiones
y jubilaciones.

CLAROSCUROS

El rubro con mayor control del gasto corriente en el sexenio fue el pago de la nómina de los servidores públicos, que tuvo un crecimiento real anual de 0.1%, que contrastó con lo observado en los tres sexenios previos: 2.5, 3.6 y 5.3% promedio anual, respectivamente.

El dato del actual sexenio sugiere que el gasto agregado en servicios personales se incrementó conforme a la inflación durante cada año.

Por su parte, otros gastos administrativos como materiales y suministros, y servicios generales, habrán crecido 4.4% promedio anual real durante esta administración.

La situación descrita implica, junto con la caída de 3.0% promedio del gasto de inversión entre 2013 y 2018, que el crecimiento del gasto total del sector público se explicará en mayor medida por los conceptos no susceptibles a ser recortados.

Estos rubros los conforman las pensiones y jubilaciones, que han crecido durante el actual sexenio 6.6% promedio anual en términos reales.

El gasto no programable, que incluye el servicio de la deuda (que depende de las tasas de interés y el tipo de cambio), las participaciones a los estados (que depende de los impuestos) y los adeudos fiscales, aumentarán 7.7% en términos reales cada año, la mayor tasa de los últimos cuatro sexenios.

MAYOR CALIDAD

Alejandro García, investigador de Finanzas Públicas de México Evalúa, explicó que “hace sentido” que los rubros operativos hayan sido controlados en el actual sexenio, dado los compromisos de consolidación fiscal. Sin embargo, dijo que “más allá del control del gasto, hace falta medir la calidad. Cuánto de los subsidios fueron a través de cajas opacas como el Ramo 23 es un pendiente”.

 

cva





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