Dejaron de beneficiarlos y se convirtieron en secuestrados de obras públicas

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Al parecer en Mulegé no causó mucha gracias que el alcalde, José Felipe Prado Bautista aplicara el primer principio que debe garantizar un gobierno a la sociedad: la transparencia.

Nos cuentan que a través del Fondo para el Desarrollo Regional Sustentable de Estados y Municipios Mineros (Fondo minero), la Secretaría Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) otorgó al XVI Ayuntamiento de Mulegé una bolsa de casi 80 millones de pesos, a la cual ya no tendrán acceso las empresas constructoras corruptas que por años, y sin licitación de por medio, se llevaban las obras por adjudicación directa. Derivado de lo anterior, es normal que los corruptos salgan a la calle a buscar personas para, a través de una lucha social recuperar beneficios personales, como pasa en Guerrero Negro.

Al norte de Baja California Sur (BCS), un grupo de personas y empresarios tratan de secuestrar la obra -de pavimentación con concreto hidráulico- que se realizan en la bulevar Emiliano Zapata, todo porque la empresa Yuma no será, de nueva cuenta, la beneficiada. En pocas palabras, a los empresarios locales no les gustó que se abriera a licitación la construcción de dicho tramo y ahora que ven lejanos los 22 millones de pesos que se invertirán impiden que se lleven a cabo los trabajos.

¿Por qué este grupo de empresarios, y otras personas disfrazadas de una Fuerza Salinera atacan a la población a través del bloqueo de obras públicas? Es fácil: se acabaron las licitaciones a través del dedazo, y eso es peligroso para quienes por ese medio han subsistido los últimos años.

Originalmente la obra -acceso a Guerrero Negro- se haría con asfalto, sin embargo, ahora, dicha obra se pretende construir con concreto hidráulico, mismo que dura más. Bueno, siempre y cuando los secuestradores decidan liberar el paso para que la empresa trabaje en la modernización de dicho tramo.

Aunque estos defensores -de sus intereses- tratan de crear una atmósfera de confrontaciones, los ciudadanos de Mulegé han identificado el conflicto, su origen y sus causantes. Es por ello que el alcalde tiene una ventaja enorme: la gente confía. Así lo demostraron el pasado 1 de julio, cuando lo eligieron para representar a un municipio al cual la historia no le hizo justicia. Es por ello que ahora, con una sociedad más y mejor informada, es muy fácil identificar de dónde y porqué nace los ataques en contra de la administración que en 117 días ha decidido enfrentar el primer reto para beneficio de su gente: abolir la corrupción a través de licitaciones abiertas, y que gane quién tenga que ganar.

Como dice la chaviza: baia… baia…

El Informante de Baja California Sur

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