Domination, larga vida a Alice Cooper

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CIUDAD DE MÉXICO.

El amo del Shock Rock le dicen, pero se llama Alice Cooper: siniestro, oscuro, veterano y tenebroso. Un debut en la Ciudad de México muy esperado y sucedió en el Domination ante más de 60 mil personas en la Curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez, donde no cabía un alma para verlo.

En el recinto había una afición insatisfecha de leyendas. Muy bien por lo que queda de los Dead Kennedys —sin Jello Biafra—, pero hacía falta algo tremendo, algo como Alice Cooper cantando No More Mr. Nice Guy

Los ojos maquillados; el rimel no se escurría por más que Alice desafié la edad sobre el escenario mientras un slam, no moshpit, nació frente a sus ojos. A la gente ni le importó, sólo movieron la mata y miraba a la deidad vestida con estoperoles brillar en la noche. Los niños dormían sobre los hombros de padres brincando y recordando los viejos tiempos con Under my Wheels.

El Cordero de Dios (Lamb of God) le robó un poco de audiencia, borracha para ser honestos, pero todos aquellos gorditos que mostraron la carne con la rabia de Randy Blythe, corrieron a sumarse a la euforia de Cooper. Llegaron, sudados y apestosos, a mirar como Alice rejuvenece sobre un escenario en el que se planta para gritar Lost in America y Serious.

 

En el escenario Domination, Apocalyptica deleitó a sus seguidores con sus chelos, dando vida a los clásicos de Metallica.

 

Entrada la noche nadie estaba sobrío ni al cien: o tambaleaban por tanta chela o se acostaban para sentir las vibraciones de miles de cabrones saltando porque Fallen in Love estaba sonando.

Es hilarante que con tanta euforia Cooper jamás haya visitado un país donde el metal es un género que salió del underground para sudar, cantar y morirse por escuchar parte de la historia; tener en 2019 a  Cooper cantando es un privilegio que pueden llevarse a la tumba generaciones presentes y que matearon con el solo de Nita Strauss, guitarrista de su majestad del horror. Olía a mota, a todos esos que esperaban a ver cómo Alice era decapitado como Ned Stark en Game of Thrones (GOT). La guillotina estaba apunto de caer; la raza gritaba y protestaba, pero Alice salió bien librado para cantar Only Women Bleed y Paranormal.

Bajo su frak blanco, lució una playera de la Selección Méxicana con el número 18 y su nombre. Sacó una katana con la que reventó los globos mientras hacía un cover de Another Brick in The Wall, de Pink Floyd. Al final, aventó la playera futbolera y se quedó con la de Targaryen, de GOT.

 

La banda Dream Theater cerró los shows del escenario Distortion, y con un set de 90 minutos.

 

La segunda jornada del Domination arrancó después de las 13:40 horas de ayer. Poco a poco los amantes del metal y el hard rock llenaron los cinco escenarios. Mientras Unearth armaba con sus sonidos el moshpit en el Evolution, The Black Dahlia Murder incitaba a sus fans a que tomaran a uno para que hiciera body surf y terminará delante de la barrera, entre los elementos de seguridad y el escenario; al menos una veintena de jóvenes quisieron volar sobre la barricada.

Y mientras Apocalyptica deleitaba a sus seguidores con sus chelos dando vida a los clásicos de Metallica en el escenario Domination, Dead Kennedys volvía locos —durante 80 minutos— a cientos de personas amantes del punk oldschool.

Después de una breve lluvia que parecía que traería la maldición de cada festival,  East Bay Ray, Klaus Flouride, D.H. Peligro y Ron Greer Skip llegaron al escenario Evolution donde dieron voz y vida a temas como To Drunk To Fuck y Kill the Poor,

 

El grupo Dead Kennedys volvió locos, durante 80 minutos, a cientos de amantes del punk oldschool.
 

 

Mucho, mucho gracias México, mi español es muy malo, pero hago lo mejor. ¿Cómo se dice soy su más humilde servidor?, ustedes juegan un futbol completamente diferente, ustedes no juegan futbol, ustedes juegan soccer y eso es para ricos”, dijo Bay Ray antes de hacer saltar al público con Pull My Strings y A Child In His Lawn Mower y arrancar una que otra mentada de madre por parte de los pamboleros.

California Über Alles hizo que los vasos con cerveza volaran por encima del público para luego hacer una breve pausa que concluyó cuando Holiday in Cambodia puso al público a saltar hasta lograr que Bay Ray bajara a la primera fila a cantar con sus fans.

Dream Theater cerró los shows del escenario Distortion, y con un set de 90 minutos deleitó a sus fans, pero no terminó de convencer a quienes los escuchaban por primera vez. Los seguidores de hueso colorado siguieron la ejecución de cada nota que James LaBrie, John Petrucci, John Myung, Jordan Rudess y Mike Mangini lanzaban en temas como Untethered Angel, A Nightmare to Remember, Peruvian Skies y The Dance of Eternity. Poco duró la estancia de los que llegaron por curiosidad o por conocer a la banda neoyorquina; cambiaron de escenario, pues Dream Theater se les hizo muy lento o sus canciones muy largas; sólo los conocedores de su sonido se quedaron hasta el final.

 

La segunda y última jornada del Domination inició poco después de las 13:40 horas y reunió a unos 60 mil amantes del metal.





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