Cuando estaban en su apogeo las campañas políticas y los candidatos ofrecían las perlas de la virgen para que votaran por ellos, uno de los sectores más emocionados fue el de los adultos mayores, que ya se veían dobleteando pensión.
Y es que los candidatos de Morena, en línea con su aspirante presidencial, les prometieron que, de llegar al poder, les duplicarían el ingreso para que pudieran saldar sus gastos elementales.
Ganó Morena, en efecto, y lejos de que los beneficios para las personas de la tercera edad aumentaran, lo que aumentó fue su suplicio ante los trámites burocráticos que hay que pasar para recibir ese dinero.
En primer lugar, les anularán las tarjetas rosas y les dijeron que, quienes aún tuvieran algún saldo, mejor sacaran todo el dinero porque, a más tardar en junio, serían descontinuadas, y si dejaban algunos pesitos ya no los podrían recuperar.
Que en breve habrá nuevas tarjetas “de parte del licenciado Andrés Manuel López Obrador”, pues se estaban actualizando los padrones, porque había mucha corrupción, por lo que deberían tener paciencia.
En la actualidad, los beneficiarios de ese programa reciben mil 250 pesos al mes como ayuda gubernamental y ya les dijeron que, a más tardar en junio, recibirán el doble, o sea, dos mil 500 pesos… ¡pero cada dos meses!
El desconcierto entre las personas mayores es monumental, pues estaban con la creencia de que el nuevo gobierno les iba a doblar la cantidad mensual que les daban, no que se las iban a dar cada dos meses, en lugar de cada mes.
En términos prácticos, los beneficiarios recibirán la misma cantidad que antes, sólo que en lugar de que les ingresen mil 250 pesos mensuales, les darán dos mil 500 pesos bimestrales.
Para la mayoría, es poco entendible esa decisión, pues los obligaría a comprar víveres y enseres cada dos meses y tener que almacenarlos e incluso mantenerlos en refrigeración, con todos los problemas que ello implica.
Incluso, algunos malpensados dicen que el gobierno busca “jinetear” el dinero para obtener intereses y utilizarlos en otras cuestiones, pero la mayoría no está de acuerdo en lo que será la nueva forma de reparto de las pensiones.
La oposición va más allá, pues afirma que el gobierno federal se lleva el dinero de los capitalinos para centralizarlo y después repartirlo, y que no todo lo que se lleva lo regresa completo.
O sea, que la Federación quiere saludar con sombrero ajeno a los habitantes de la capital.
CENTAVITOS
Vaya, no hay día en que el gobierno capitalino no tenga que salir a tratar de explicar lo inexplicable: ahora fue la tala de 60 árboles a un lado de Plaza Coyoacán, donde una inmobiliaria se los despachó con todo y protestas vecinales. La explicación del gobierno fue que, “por trámites burocráticos”, se tardaron en actuar y los taladores les ganaron. Bueno, hasta Tanya Müller, la encargada del Medio Ambiente con Mancera, salió a relucir como heredera del desastre, faltaba más.
