El espacio de la ciencia

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05 de Mayo de 2019

Francamente celebro la aparición pública del Plan Nacional de Desarrollo. Por supuesto ahora nos toca el análisis puntual de las diversas áreas que contempla; al margen de los comentarios que haré relativos al sentido sanitario, hoy quiero mencionar el asunto de la ciencia. 

Confieso que me alarma un poco apreciar un pequeño párrafo que, además, dice muy poco respecto a la política científica, ligada íntimamente a los temas implicados en la bioética.

En este espacio he dedicado múltiples textos a sostener la necesidad urgente de apoyar a la ciencia por muchas razones, entre ellas, el hecho de que significa una posibilidad cercana de obtener independencia económica.

Es un hecho conocido que cualquier sociedad que tiene un cuerpo científico consolidado presenta, como consecuencia inmediata, un enorme grupo de gente con capacidad para generar soluciones novedosas para viejos problemas, además de un enorme grupo de patentes internacionales que se traducen rápidamente en beneficios económicos.

Los países desarrollados no invierten en ciencia por un acto de generosidad, sino por las enormes ganancias que les representa.

Adicionalmente, la generación de tecnología se convierte en un proceso de ganar ganar, por la simple razón de que eso provoca un número exponencial de gente creativa en todas las áreas del conocimiento.

México está demostrando que cuenta con talento de sobra tanto en ciencia como en tecnología, simplemente el papel del Estado debe ser, claramente, facilitarles el camino.

Brindarles los elementos mínimos indispensables para que sigan trabajando y formando capital humano, no hace falta mucho más.

El sustrato es, primero, la voluntad política y, lo segundo es la asignación de recursos suficientes para garantizar la continuidad de todos los proyectos en curso y el inicio de nuevos.

No es ningún secreto, y nada de eso veo, siquiera en un esbozo, en el Plan Nacional de Desarrollo. Por supuesto entiendo el argumento del presidente Andrés Manuel López Obrador en el sentido de que sea un texto accesible, pero no en aras de la sencillez se debe sacrificar la profundidad y la manifestación clara de las intenciones de quienes hoy nos gobiernan. Ojalá podamos ver a corto plazo cambios positivos en la política científica.

El país no puede esperar mucho más. Incluso, los temas científicos y tecnológicos ligados al petróleo son campos fértiles para la aplicación de las ideas que menciono.

 





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