El futuro es el hip-hop

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CIUDAD DE MÉXICO.

Lo de hoy es el hip hop, homms. Todos tildaron de loco a Gene Simmons, bajista de Kiss, cuando se le ocurrió decir en 2014 que el rock finalmente había muerto. Los puristas se ofendieron, pese a que el Demonio culpó sólo a la era digital, al consumismo del joven de clase media, a las modas pasajeras, y no a la falta de ganas de continuar un legado de años.

El género que ahora está ocupando ese lugar que el rock llenó desde 1968 hasta inicios del nuevo siglo es el hip hop y sus subgéneros. “Antes buscabas una patineta y tu grupo de amigos punks, ahora es diferente. Los chicos buscan su identidad en ese estereotipo y está bien, porque vivimos una apertura con millones de ofertas diferentes”, opinó en entrevista  Jim Adkins, vocalista del grupo Jimmy Eat World, durante su visita a la Ciudad de México.

El mejor referente es Drake, con sus más de ocho mil 200 millones de reproducciones en Spotify, que lo convierten en el artista más escuchado del mundo. Apple Music también lo declara ganador en su plataforma. Post Malone, XXXTentacion, J Balvin y Ed Sheeran (pop, pero de influencia hip hop) completan el ranking de los primeros cinco.

Ninguna banda de rock siquiera se asoma, lo más cercano es Imagine Dragons, que se colocó como la banda de más
reproducciones en el año, además de
Coldplay y Maroon 5, cuyo vocalista, Adam Levine, recientemente dio su punto de vista sobre cómo el género negro ya rebasó todo lo habido y por haber, una opinión que le trajo una réplica de odio por parte de Corey Taylor, vocalista de Slipknot.

El rock no está en ninguna parte, de verdad. No sé dónde está. Si está por ahí, nadie me ha invitado a la fiesta. Toda la innovación y las cosas increíbles que suceden en la música son en el hip hop. Es mejor que todo lo demás. El hip hop es raro, vanguardista, imperfecto y real, y por eso la gente lo ama”, dijo Levine a Variety.

La respuesta de Taylor fue sencilla. Lo tildó de imbécil a través de un tuit y le dijo que “no está ni siquiera cerca de rockear como (Mick) Jagger”. Visiblemente enojado, después ejemplificó, con un tuit ajeno, que el rock puede seguir moviendo masas y basta con ver los números en giras de Metallica, Iron Maiden, Guns N’ Roses y The Rolling Stones, nombres que dan garantía de localidades agotadas y millones de reproducciones.

Sin embargo, son nombres de la vieja guardia, que ocupan ese espacio de tiempo que Simmons marcó como la edad de oro del rock: 1968-1983. El resto ha sido un movimiento proliferante, pero repetitivo, quizá con el revival garage de The Strokes e Interpol, entre otros, como la última movida innovadora, después del grunge noventero representado por Nirvana, Soundgarden y Pearl Jam.

Incluso, la nueva joya del género, Greta Ven Fleet, es comparada y etiquetada como una versión nueva de Led Zeppelin o la copia nueva de los Kings of Leon en sus inicios.

Desde que las bandas de rock se copiaron las unas o las otras se terminó su energía y nos guste o no, el hip hop la tiene en estos momentos. El rock opera bajo la nostalgia, retrocede y ése no es el camino de la trascendencia”, dijo Nick Cave durante una reunión con los medios de comunicación que tuvo en su reciente visita a la capital.

Kory Grow, periodista especializado en música y parte de la plantilla principal de Rolling Stone, sostuvo las palabras de Nick Cave con su columna, en la que señala que las nuevas rolas de rock parecen un duplicado, con excepción de Metallica, Foo Fighters y Radiohead. Y explica que este fenómeno provoca que emblemas del hip hop como NWA y Public Enemy sean considerados para un espacio en el Salón de la fama del Rock and Roll, debido a su naturaleza rebelde.

Es difícil leer el hip hop en sus letras, pero en verdad la música negra comenzó como entretenimiento funky y con el hip hop se transformaron los textos en actitud, y todo comienza en los años setenta. A nivel musical también es muy interesante; por ejemplo, Kanye West, con Yeezus, rompió esquemas con su disco sin carátulas ni crédito, el disco perfecto para la victoria de las plataformas.

El hip hop resultó muy hábil para hacer negocios. La música urbana tomó auge en una época complicada, en la que todo se transformó, y terminó consolidada. Me gusta mucho eso que se dice del hip hop así como a mí me gustan sus representantes contemporáneos, como Tyler, The Creator y Kanye”, platicó Andrés Calamaro, icono del rock durante la conferencia de prensa con la que presentó en la CDMX su más reciente disco Cargar la suerte, en la que da un vistazo al rap con la rola Las rimas.

Y abundan ejemplos de modelos de negocios impulsados por  los géneros urbanos como la Red Bull Batalla de los Gallos y el auge del freestyle, cuyo siguiente paso en México será la llegada del Freestyle Master Series México, cuya primera edición se anunciará el primero de enero.

Pako Zepeda, promotor y encargado de Zepeda Bros, también probó la fortuna del rap y trap con shows en el año de Cypress Hill, siempre un éxito asegurado, Rels B, que vendió ocho mil boletos en una semana; y Sharif en el Auditorio Blackberry. Además de que se aventurará a armar una Arena Ciudad de México para el Cartel de Santa el próximo 1 de marzo.

Lo chingón es que los boletos se venden solos. Es un movimiento en el que nadie volteaba porque estaban clavados con el rock y el metal, y está bien, tienen su público y por eso hago esos eventos, pero el hip hop está bien cabrón. La banda está prendida con lo que está pasando porque se identifican con el güey que está arriba, de barrio; que se viste igual. Es el futuro”, opinó el promotor.

Son muchos los rockeros los que han hecho la fusión o la transición. En el terreno underground del metalcore, bandas como Falling in Reverse y Bring me the Horizon, al menos sus vocalistas, se han visto atraídos desde años y ahora atrapados por el género negro, y no titubean con aceptarlo.

El rock se ha vuelto muy delicado; el hip hop es casi el nuevo punk”, opinó para NME, Oliver Sykes, voz de BTMH, cuyo nuevo disco, AMO, es de los primeros que llegarán en 2019.





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