El sermón y sus límites

0
447


No le han hecho caso. En Michoacán la CNTE lleva 16 días en huelga y bloqueando las vías del tren por supuestas deudas de parte del gobierno estatal. No sólo piden dinero, cada día algunos cientos de millones más, sino desean se restituya el pase automático para los egresados de las escuelas normales y que a los maestros no se les pague con tarjetas de débito, sino con cheques no nominativos, es decir, cheques que pueda cobrar cualquiera. Están de regreso en lo que saben: adueñarse del sistema educativo, controlando quién y cuánto les pagan. Recuperar la rectoría del sistema educativo fue parte de la reforma, derogarla es regresarle el control a la CNTE. Están pidiendo que se les cumpla lo prometido.

El gobierno de Michoacán está quebrado. Una de las razones es el exceso de maestros y su alto costo. Esas vías ferroviarias, estratégicas para tantas industrias, les permite ser una suerte de huachicoleros del erario. Michoacán tiene 48 mil 763 docentes en el sector público para atender a 904,242 alumnos de educación básica (https://bit.ly/2TlEYME) Es decir, un docente por 18 alumnos. Guanajuato tiene un docente por cada 25 alumnos.  (https://bit.ly/2B7VgSs)

El gobierno estatal no puede ya con esa carga. En noviembre del año pasado le regresó la educación estatal a la Federación. Ésta se ha rehusado recibirla. Silvano Aureoles, gobernador perredista de Michoacán, dice que el problema educativo ya no es suyo. Lo mismo argumenta el gobierno de AMLO. Donde claramente es asunto federal es en cumplir con su responsabilidad de mantener libre una vía de comunicación federal, como es la vía del tren.

Sin embargo, los maestros que acampan en las vías pueden estar tranquilos. La Secretaría de Gobernación ha sido clara: “No se usará la fuerza contra la CNTE en Michoacán” (https://bit.ly/2DGSjdk). Sin la fuerza legítima del Estado, la ley es una suerte de cartilla moral, como la de Alfonso Reyes. Se cumple si al ciudadano le da la gana.

Prometer no cumplir la ley y esperar que la retórica mañanera los disuada de hacerlo puede ser el banderazo de salida para que otros grupos salgan a bloquear otras vías de comunicación para exigir lo que quieran. No es  novedad, pero ahora tienen la garantía de la impunidad. En Oaxaca, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación ya anunció su propio paro.

AMLO siempre había apoyado este tipo de demandas. Es previsible que tendrá un impacto en el presupuesto público. Entre la ortodoxia fiscal y la justicia social es muy difícil para un gobierno que viene de la protesta utilizar la fuerza pública. Es muy probable que terminen por ceder.

También tendrá un impacto económico. Mientras AMLO presume los ahorros por combatir al huachicol, la economía sufre por falta de combustible y por los bloqueos ferroviarios en Michoacán. En la medida en que otros grupos hagan lo mismo, veremos costos económicos dispersos a lo largo de todo el país. Un menor crecimiento tiene como consecuencia una menor recaudación para la hacienda pública.

También veremos una movilización laboral creciente. El primer llamado es la huelga en Matamoros, la cual ha paralizado a más de 40 maquiladoras. El detonador fue el reciente aumento del salario mínimo en la frontera norte decretado por Andrés Manuel López Obrador. Falta ver si es mayor el beneficio del aumento del ingreso de los trabajadores de las empresas que lo han aceptado frente a la parálisis de fábricas, el retiro de otras de Matamoros, y una menor atracción de inversiones en la zona.

Si la ley es exhorto, gobernar se vuelve una negociación permanente o una esperanza al buen comportamiento de los ciudadanos. En palabras de AMLO aludiendo a la CNTE: “Espero que tengan conciencia de que ya se les atendió y tomen la decisión de liberar las vías, no lo descarto, porque ya no habría motivo, sería un capricho y entonces no quedarían bien, serían mal vistos”.

La CNTE nunca ha sido bien vista, salvo por Andrés Manuel López Obrador y sus aliados. Sin embargo, quienes protestan no están en un concurso de popularidad, sino en un frío cálculo de poder donde esperan aguantar más que el gobierno para obtener mayores recursos. AMLO sabe de esto, pero como opositor. Ahora tiene que actuar como la cabeza del gobierno. Hasta ahora ha dado buenos discursos, pero no han sido persuasivos. Veremos.

Imágen Portada: 
Imágen Principal: 
Send to NewsML Feed: 
0



Source link