En México, todas estas niñas cambian mochila por pañalera

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CIUDAD DE MÉXICO. 

Uno de los más severos problemas de inequidad y generador de desigualdad social en nuestro país es el fenómeno del embarazo adolescente.

Cada año, hay cientos de miles de nacimientos en los cuales las madres son, literalmente niñas, y en otros, adolescentes que ven truncadas sus trayectorias escolares y, en general, ven comprometidas sus expectativas y proyectos de vida.

Los datos oficiales son claros: en los grupos de edad en que en menor medida se ha reducido la tasa de fecundidad son los que comprenden a las adolescentes y jóvenes de 15 a 19 años y a las mujeres jóvenes de 20 a 24 años de edad; grupos en los que lo ideal, según toda la literatura especializada, deberían o seguir en la escuela o estar en empleos dignos, es decir, con acceso a seguridad social y las prestaciones económicas y sociales que están consideras en la Ley.

Recientemente fue aprobada una reforma mediante la cual se prohibió, por fin, el matrimonio de niñas menores de 15 años; lo que urgirá en términos de política pública, es poner en marcha todas las acciones y programas para que todos los derechos sexuales y reproductivos, se cumplan a cabalidad de manera universal para todas y todos los jóvenes.

 

GRANDES NÚMEROS

Según estadísticas de natalidad del Instituto Nacional de estadística y Geografía (Inegi), del año 2012 al 2017 el promedio de nacimientos registrados en el país fue de 2.38 millones cada año.

Ese promedio es ligeramente menor al registrado entre los años 2006 y 2011, en el cual el promedio fue de 2.6 millones de nacimientos anuales; y también ligeramente menor al registrado en el periodo del 2000 al 2005, en el que el dato promedio anual fue de 2.68 millones.

Debe señalarse adicionalmente, que entre los años 2012 y 2017, el promedio de nacimientos de niñas y niños cuyas madres tenían 15 años o menos al momento del parto, fue de 10,399 casos, es decir, un promedio diario de 28 casos.

En números absolutos, se trata de 62,396 niñas que se convirtieron en madres en una edad sumamente temprana. Por otro lado, en lo relativo a las adolescentes y jóvenes de 15 a 19 años de edad que tuvieron al menos un hijo en ese rango etario, el promedio anual registrado por el Inegi es de 422,728 casos anuales; registrándose los números absolutos más bajos en 2016 y 2017, cuando los datos fueron de 389,585, y 380,341 casos.

 

Esas cifras arrojan, para el periodo señalado, un promedio diario de 1,158 partos en este grupo de edad, o bien 48 casos por hora. Cuando se analizan las estadísticas en términos relativos, en realidad la disminución que se ha dado en números absolutos es mínima. En efecto, para el grupo de edad de menores de 15 años, el número de nacimientos representó en el periodo del 2012 al 2017 un 0.44% del total de nacimientos registrados; siendo la cifra más alta la de 0.45% en el año 2014 y la más baja de 0.42% en el año 2016.

Por su parte, el promedio de nacimientos registrados en los que la madre tenía de 15 a 19 años, fue de 17.7% en el mismo periodo, teniendo como dato más elevado en el año 2013, en el que representaron el 18.4% del total de nacimientos en el país; mientras que el más bajo se registró los años 2016 y 2017 con 17% en cada uno de ellos. Finalmente, en el grupo de mujeres de 20 a 24 años, la cifra de nacimientos entre 2012 y 2017 fue de 4.19 millones; esa cifra representó un promedio anual de 699,762 nacimientos, lo que a su vez equivale al 29.3% de los nacimientos que se contabilizaron cada año. 

 

 

 

«pdg»

 

 

 





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