26 de Octubre de 2018
A la falta de certeza jurídica, validez legal y rigor metodológico, la lopezobredorista consulta popular agregó pronto, escasas horas después de iniciar su implementación, la absoluta falta de seriedad o, en opinión de no pocos, de confiabilidad… con lo que la misma acabó convertida en una mala broma o, peor, en una suerte de chunga social.
La masiva difusión de decenas, cientos cuando no miles de mensajes, fotografías y videos —memes en su mayoría— vía redes sociales, evidenciando la nula existencia de los más elementales criterios profesionales, igual en la concepción del ejercicio que, más, en su implementación, acabó por dar al traste con el primer esfuerzo institucional del próximo gobierno por validar la participación social en su toma de decisiones.
Y ello, no sólo por la intensa campaña que sectores interesados emprendieron días atrás para argumentar la improcedencia (legal) de la consulta como tal y, más, de la intención de suspender los trabajos de construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México en terrenos de Texcoco para, en su lugar, auspiciar la construcción de dos pistas más en el aeropuerto militar de Santa Lucía, complementadas con obras para reforzar la operación de la actual terminal sino, esencialmente, porque a la vista la actuación de activistas, evidentemente, contrarios al tabasqueño y los suyos, que exhibían dos, tres y hasta cuatro boletas de votación debidamente registradas o, en contraste, la intensa actividad de movilización, llamados a votar que realizaban afines a Morena obviamente impreparados, el levantamiento de la cuestionada muestra fue, por decir lo menos, puesta en entredicho.
Si agregamos a ello la coincidente comparecencia en San Lázaro del titular de Comunicaciones y Transportes, el cuestionado Gerardo Ruiz Esparza que no desaprovechó la oportunidad para explicar en tribuna la improcedencia de la propuesta de llevar el nuevo aeropuerto a Santa Lucía o, incluso, el cúmulo de explicaciones que vía medios de comunicación realizaron toda suerte de especialistas y connotadas figuras públicas sobre las “bondades” de la ubicación Texcoco, contra la (inexplicada) alternativa, claramente, favorecida por el presidente electo y afines, la consulta simple y sencillamente acabó haciendo agua.
Tal fue el asunto que, a la vista la (inexplicable) decisión del propio Andrés Manuel López Obrador de “votar sin votar”; esto es, de no cruzar alternativa alguna de las que se ofrecían, acabó alentado la hipótesis de que, si bien la consulta fue planteada como un ejercicio orientado a alentar la participación social y favorecer una alternativa en concreto, esta edición acabará apoyando que el nuevo aeropuerto, finalmente, se construya…¡donde ya se hace, en Texcoco!
ASTERISCOS
* Falsas y mal intencionadas, las versiones según las cuales tras el ataque a su domicilio del pasado domingo, el arzobispo emérito de México, el cardenal Norberto Rivera habría salido el país. Contrario a ello, el prelado no sólo declaró ya sobre los hechos, sino que, por razones más que obvias, se mantiene cerca de la familia del uniformado que fue privado de la vida.
* A fin de garantizar contrapesos necesarios entre el Legislativo y el Ejecutivo capitalinos, el panista diputado Federico Döring Casar propuso modificar la mecánica de elección de titulares de los órganos de control de la Ciudad de México y las alcaldías, para que estos sean propuestos por la sociedad civil y la oposición y no por el partido en el gobierno. Bien.
* Si bien la anunciada participación, vía video, del papa Francisco en las mesas de diálogo pro paz convocadas por el próximo régimen, lo cierto es que la interlocución del director de la Fundación Scholas, Héctor Sulaimán, entre El Vaticano y aquel, mantiene viva la participación de ésta en el programa Construyendo el Futuro o, mejor, en apoyo de los llamados ninis.
Veámonos el domingo, con otro asunto De naturaleza política.
Twitter:@EnriqueArandaP
