Entre la intervención y la resistencia 2019/02/28

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28 de Febrero de 2019

La imagen de tres hombres adultos alimentándose de la basura en Venezuela dio la vuelta al mundo. Ningún espectador puede quedar indiferente ante una realidad tan lacerante y desgarradora para la dignidad humana.

Un presidente dictador, un presidente autoproclamado, un pueblo dividido, un vecino vetado y un policía de barrio “urgido” de llevar la paz. Ése es el escenario de la Venezuela actual: entre la encrucijada de la intervención y la resistencia.

En tanto, el dictador Nicolás Maduro asegura que nada sucede en su nación. Parece que el conflicto venezolano se redujera a una lucha de “El Bien” contra “El Mal” (cual película de superhéroes).

La comunidad internacional enfrenta un reto sin precedentes y es lograr el equilibrio y una salida democrática (y no invasiva) en la crisis en Venezuela. El tema se polariza y la población civil es la que paga las consecuencias.

Por una parte, en el derecho internacional la Asamblea General de la ONU ha adoptado la Doctrina de la Responsabilidad de Proteger, R2P, para contar con un marco jurídico que permita intervenir en un Estado soberano con la intención de proteger a la población civil. Sin duda, el pueblo venezolano necesita toda la protección posible.

Por otro lado, el derecho internacional también enarbola la autodeterminación de los pueblos, la no injerencia en los asuntos internos de un Estado y muchos analistas moralistas aseguran que no se debe intervenir en la crisis de la nación sudamericana.

Lo que es cierto es que la solución no puede ser simplista ni distorsionada y que Estados Unidos no cuenta con la “superioridad moral” para liderar una intervención. Es imperante intervenir y bajo ninguna circunstancia invadir. No nos permitamos esa confusión.

La semana pasada fuimos testigos de dos conciertos bastante grises. Por un lado, los partidarios de Juan Guaidó en Colombia y, del otro lado de la frontera, los músicos partidarios de Maduro.

Del lado colombiano un concierto en apoyo para la entrada de la ayuda humanitaria a Venezuela. Del lado venezolano, un concierto disfrazado de falso nacionalismo y no intervención.

Patéticas declaraciones de ambos lados, espectáculos dignos de un libro siniestro, simple, plástico, efímero y superficial.

Luego de estos placebos, es importante cuestionarnos: ¿Es realmente Juan Guaidó una opción para el pueblo venezolano? ¿Así nomás se autoproclama Presidente? ¿Hasta cuándo Maduro se dará cuenta de que la Revolución Bolivariana fracasó y es una pesadilla? ¿No sabe Nicolás Maduro que es su fin?

Elecciones democráticas sin estos personajes siniestros es la opción. Estados Unidos se prepara para invadir (quería decir liberar a otro pueblo que sufre) como lo hizo con Afganistán e Irak, países que hoy son un referente de decadencia.

Para poder legitimar (política y éticamente) la intervención en Venezuela es indispensable sustentarlo en el interés primigenio de su población que atraviesa una crisis humanitaria (hambruna, éxodo, violencia) y no por fines estratégicos, económicos o políticos.

Sun Tzu, Tucídides y Nicolás Maquiavelo asegurarían que los países actúan únicamente en su propio interés y que su principal objetivo es lograr una mayor cuota de poder en el orden internacional.

Suena terrible y pragmático, pero, en todo caso, se tenía que intervenir también en Sierra Leona o en el Chile de Pinochet. Ejemplos del llamado “intervencionismo humanitario” son muchos y —en la mayoría— los resultados son desastrosos: Afganistán, Costa de Marfil, Congo, Irak, la Guerra del Golfo, Darfur, Yugoslavia, Ruanda, Somalia, Haití, Albania.

En palabras de Mario Vargas Llosa, “la soberanía (de los Estados) tiene unos límites y si un gobierno atropella los derechos humanos más elementales y comete crímenes contra la humanidad (…) los países democráticos tienen la obligación de actuar para poner un freno a esos crímenes”.

¿Hay que intervenir y deponer al dictador? ¿Los fines humanitarios justifican la intervención? Sigamos nuestra discusión por redes sociales en @kimarmengol





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