21 de Marzo de 2019
El polaco Pawel Pawlikowski encontró en sus padres la inspiración para escribir Guerra fría, filme que cosechó críticas positivas de parte de la prensa extranjera y que en la pasada edición de los Premios Oscar recibió una nominación en la categoría de Mejor Película Extranjera.
Al ser testigo de una historia de amor plagada de constantes peleas, separaciones y reencuentros apasionados a lo largo de distintas décadas, el director le dio rienda suelta a su imaginación y le entregó al público una historia de amor imposible entre dos artistas, Zula y Víktor, quienes desde el primer momento en que cruzaron sus miradas, no pudieron soltarse jamás, a pesar de la adversidad y la tragedia.
Además de contar con una entrañable historia de amor, la valía de Guerra fría radica en la estética visual del filme, el diseño de arte, los vestuarios, el maquillaje, la fotografía y las distintas coreografías con las que cuenta el filme, y que nos remiten a aquellos días en los que la ideología del comunismo permeaba a través del arte.
Aunque se aplaudió el hecho de que Roma, cinta realizada por el mexicano Alfonso Cuarón, se haya llevado el Oscar a Mejor Película Extranjera, muchos coincidieron en que Guerra fría tenía todos los merecimientos para ser la cinta que ocupara ese lugar.
Con este filme, Pawel Pawlikowski, quien comenzó a hacer ruido a nivel internacional con su filme Ida, que se hizo acreedora hace cuatro años al Oscar a Mejor Película Extranjera, logró mover las fibras más sensibles de la audiencia y su nombre quedará grabado en la conciencia fílmica colectiva como uno de los directores detrás de una gran historia de amor.
Elenco: Joanna Kulig, Tomasz Kot y Agata Kulesza.
Dirigente: Pawel Pawlikowski.
