CIUDAD DE MÉXICO.
Los 2 mil triunfos que están a punto de alcanzar los lanzadores mexicanos en las Grandes Ligas, le resultan pocos al sinaloense Teodoro Higuera, quien colaboró con 94 éxitos a esa cantidad.
El zurdo sinaloense debutó a los 27 años en Grandes Ligas y tras nueve temporadas, todas con Cerveceros de Milwaukee, se retiró.
Para un país tan grande 2 mil triunfos son muy poquitos”, dijo el sexto lugar de victorias entre los nacionales. “La realidad es que los mexicanos no tenemos herramientas para competir. No llevamos una escuela donde podamos formarnos”.
Tras jugar para los Indios de Ciudad Juárez, en Liga Mexicana de Beisbol, Higuera fue firmado por Milwaukee.
En 1985 irrumpió con una gran temporada en las Mayores con récord de 15-8, que lo llevó al segundo lugar en la votación de Novato del Año de la Liga Americana.
Yo prácticamente salí del monte a jugar a los Estados Unidos”, explicó Higuera. “A mí nadie me enseñó a prepararme, a fortalecerme, a tomar más en serio mi carrera. Si yo hubiera llegado con la escuela que tenía un estadunidense o un cubano, fácil hubiera ganado 200 juegos en Grandes Ligas”.
Pese a esto, Higuera se siente orgulloso de lo logrado y también por sus paisanos, quienes están a sólo un triunfo de alcanzar a los 2 millares en la Gran Carpa.
La gran mayoría de los mexicanos que triunfamos en Grandes Ligas es por las ganar de querer sobresalir, por demostrar ese coraje, por no rendirse.
Tú te puedes dar cuenta, la gran diferencia de talla que tenemos los mexicanos si nos comparas con los dominicanos, cubanos o los gringos, y pese a eso, con mucho esfuerzo, les competimos al tú por tú”.
El lanzador apareció dos veces en la votación al trofeo Cy Young y una para la de Más Valioso. Fue convocado al Juego de Estrellas de 1986, año en el que vivió su mejor temporada con marca de 20-11 y 2.79 en carreras limpias.
El sinaloense cree que si se trabaja de una forma diferente, los 4 mil triunfos llegarán pronto.
Hoy las organizaciones de aquí se preocupan un poco más por el pelotero, pero no es suficiente”, dijo.
Los tienen que preparar físicamente, de la mente, incluso buscar el idioma y no sólo firmar peloteros y al otro día venderlos sin nada”.
