Jan Hendrix exhibe gráfica secreta

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CIUDAD DE MÉXICO.

Maquetas, modelos, materiales de estudio, apuntes, bocetos, cuadernos, bitácoras. Todos estos “elementos de prueba” de su trabajo son fundamentales para el artista holandés Jan Hendrix (1949), quien los define como “una suma de ideas y de intentos de obra”.

Por ello, con estos objetos creó el gabinete que cierra la exposición Tierra firme, su primera retrospectiva, que se hizo en torno a esta materia prima y reúne lo más representativo de sus 45 años de producción en México.

El innovador de la gráfica, cuya obra “enfatiza la relación del arte con la arquitectura, la botánica, los viajes, la fotografía y el dibujo”, ofreció ayer un recorrido por la muestra que ocupará, a partir de mañana, tres salas del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) de la UNAM, casa de estudios a la que ha decidido donar cinco mil 200 objetos de su gabinete “para que formen parte de la colección del museo”, anunció.

Dividida en las secciones La rama dorada, Postales entre continentes, Dibujando la distancia, Eneida. Libro VI y Materia prima, esta “revisión general” se abrirá al público mañana, a las 12:00 horas, y permanecerá en exhibición hasta el 22 de septiembre.

El gabinete es un trabajo analítico y sentimental, una intimidad que me costó soltar, fue como sacar secretos”, comentó el grabador y dibujante que llegó a México en 1975, becado por el gobierno de su país, y tres años después decidió establecerse en tierras aztecas.

El creador que se inspira en la estética de los artistas viajeros y los naturalistas explica que la obra expuesta fue confeccionada durante las décadas de los 70, 80 y 90 de la centuria pasada y la primera del siglo XXI.

Es como un 15 o 20 por ciento del total de mi producción. Trabajamos más seleccionando lo que ha quedado fuera, costó más tiempo, que lo que entró. Pero al observar la retrospectiva se siente bien”, agregó.

El ilustrador aclaró que detrás de cada pieza, ya sea una postal, un dibujo, un libro de autor, la escultura de un alga o un tapiz monumental, existe un minucioso y extenso proceso de investigación y de observación de la naturaleza. “Cada vez estoy más interesado en la relación entre ciencia y arte. Ambos campos siempre han estado muy ligados, incluso hasta mediados del siglo XIX. Luego se separan. Pero hora, tras la crisis ambiental que vivimos, muchos artistas jóvenes los abordan cada vez más con interés”, añadió.

Quien relaciona las técnicas antiguas de la gráfica con las contemporáneas, los papeles orientales con los plásticos modernos o los relieves de metal, escogió la experimentación como eje de su trabajo creativo, para el que ha utilizado métodos de impresión heterodoxos.

La innovación es mi camino. Y cada vez me gusta más quedarme en la maqueta, en el boceto. Me interesa mucho el proceso, más que el resultado”, indicó. Esto lo ha convertido en una figura clave como artista conceptual, que ha enriquecido las propuestas de arquitectos y escritores como Seamus Heaney o Gabriel García Márquez.

Para Cuauhtémoc Medina, director del MUAC, Hendrix “ha empujado los límites del arte gráfico”. Y, siguiendo esta premisa, dice, se ofrece “una lectura de la lógica interna de su trabajo de estas décadas”.

La muestra, detalla, “tiene como línea de continuidad la pregunta de cómo representamos la imaginación de lo natural en un diálogo con la representación de los viajeros y exploradores, un diálogo distinto entre mundos”.

El curador de la retrospectiva destacó el uso que hace el artista de la tarjeta postal como referente nostálgico, como lo ejemplifican las obras que realizó en 1977 y 1979, a las que añadió secuencias fotográficas, collages de polaroid y serigrafía.

Señaló que esa experimentación gráfica derivó en el uso de materiales aptos para intervenir el espacio arquitectónico, como metal, vidrio, peltre o láminas de plástico, con los que ha construido membranas o celosías que complementan los edificios o esculturas colgantes.

Medina mencionó las serigrafías que Hendrix hizo para la traducción del Libro VI de la Eneida de Virgilio, que terminó Heaney antes de morir, en las que contrastan superficies negras del paisaje con trazos blancos de barrancas y espinas. “Ha trasladado esas impresiones a una serie de tapices. Tanto los libros como los tapices vierten su visión sobre la naturaleza de los valles de Oaxaca, al tiempo que evocan la escritura de Heaney”.

Tras su estadía en el MUAC, Tierra firme se exhibirá en el Museo Bonnefanten de Maastricht (Holanda) y en el Museo Espacio de Aguascalientes.





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