17 de Abril de 2019
No hay posición más valiosa en la NFL que la de quarterback, ese jugador que se convierte en líder de la franquicia, en su imagen y en aquel capaz de ganar partidos que parecen imposibles. Por ello, son los mejor pagados de la liga, incluso algunos que nunca han ganado un Súper Tazón o han tenido poco éxito en la postemporada reciben jugosos contratos.
La temporada pasada, Kirk Cousins aprovechó que el mercado para los mariscales de campo se había elevado tanto que firmó un convenio por más de 80 millones de dólares, permitiendo que jugadores que realmente son de la élite en la posición exigieran mucho más.
Esto llevó a los Empacadores a darle a Aaron Rodgers una cantidad nunca antes pagada a ningún jugador de futbol americano. En ese momento no hubo dudas en la mayoría de que aquéllo era merecido, ya que el estelar quarterback es considerado uno de los mejores de la posición en la historia; por ende, el dinero que recibió fue considerado normal. Pero ese convenio inmediatamente hizo suponer que el siguiente quarterback de élite en firmar un nuevo acuerdo con su actual equipo rebasaría la cantidad otorgada a Rodgers.
Hace unas semanas, en el programa Palabra del Deporte, mencioné que esto iba a suceder con Russell Wilson. El estelar jugador de Seattle estaba en la búsqueda de ser recompensado por los Halcones Marinos, con una fuerte suma de dólares, por el extraordinario servicio que les ha brindado desde que llegó a la NFL, en 2012. En aquel año nadie daba mucho por el egresado de Wisconsin, al que se le consideraba demasiado bajo en estatura para triunfar. Pero, desde esa primera campaña, demostró que los escépticos estaban equivocados, no sólo podía jugar en la liga, también fue capaz de hacerlo a un alto nivel. A partir de ese momento, y con todo y que las dudas persistieron en muchos expertos, Wilson siguió enseñando su enorme talento, continuó acumulando victorias y apariciones en los playoffs.
Siempre disponible (nunca ha faltado a un partido), Wilson ha guiado a Seattle a marca ganadora en sus siete temporadas, calificando a los playoffs en seis, el récord del equipo en ese periodo es de 75-37, los ha llevado a dos Súper Tazones, ganando uno de ellos; en cuanto a estadísticas, completa casi el 65% de sus pases en la campaña regular, tiene una media de más de tres a uno en pases de anotación por intercepciones, lanzando 196 touchdowns, entregando la bola solamente en 63 ocasiones, y tiene uno de los mejores ratings de la historia, con 100.3. Hoy se ha convertido en el jugador mejor pagado en la historia de la liga y, tras analizar todos sus números, sus victorias y su edad, no tengo duda en que el contrato está justificado. Wilson es un líder probado y, lo más importante, un ganador nato.
