28 de Abril de 2019
Están a punto de cumplirse cinco meses de iniciada la llamada Cuarta Transformación del presidente López Obrador y es claro que, al menos en la organización y el funcionamiento de la administración pública, la transformación sí está sucediendo.
Bajo una lógica de austeridad y de adelgazamiento del aparato burocrático –que, por cierto, es más propia de los regímenes liberales que de los de izquierda–, se están desapareciendo y/o reduciendo proyectos, políticas y entes públicos creados en anteriores administraciones.
En principio, cada presidente tiene el derecho de organizar su gobierno como mejor lo considere, eso nadie se lo objeta. Sin embargo, vale la pena dejar constancia de los cambios en la administración pública para luego contrastarlos con los resultados del gobierno, sobre todo cuando estos se están haciendo, sin discriminar entre lo que sí funcionaba y lo que no, y cuando al parecer, terminarán costando al erario, sin que su eficacia esté garantizada.
Empecemos con una lista que por obviedad de espacio no puede ser exhaustiva, pero que es bastante ilustrativa de lo que está sucediendo.
El que sería el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, que no sólo daría servicio al país, sino que se convertiría en el aeropuerto hub de América Latina transportando en su fase inicial a 70 millones de pasajeros diarios con un potencial de hasta 125 millones, fue sustituido por el aeropuerto de Santa Lucía sin haber importado la pérdida de unos 120 mil millones de pesos, más lo que costará en dinero y tiempo ejecutar un nuevo proyecto, que muy temprano empieza a tener dificultades como la existencia de un cerro que no habían considerado.
El programa de Estancias Infantiles ha sido una política exitosa, reconocida internacionalmente, que bajo el ya típico argumento de corrupción, este gobierno ha decidido desmantelar, sin ofrecer una alternativa que realmente ofrezca un cuidado de calidad para cientos de miles de niños y niñas de escasos recursos.
Proméxico, el Instituto Nacional del Emprendedor y el Consejo de Promoción Turística son tres entes públicos recién eliminados.
El primero se dedicaba a atraer inversiones extranjeras en México y a promocionar productos mexicanos en el exterior; el segundo, a fomentar la creación de empresas mexicanas, particularmente entre los jóvenes; y el tercero, a atraer turismo a nuestro país.
Es innegable que todas las instituciones y programas del gobierno tenían fallas, todas las administraciones públicas las tienen y es función del propio gobierno corregirlas, pero la simple desaparición de instituciones no garantiza un mejor desempeño gubernamental en esas áreas.
En gran medida, por el trabajo del Consejo de Promoción Turística, México pasó de ser en 2013 el país número trece en recibir visitantes extranjeros, al sexto en 2018. El turismo es la tercera fuente de ingresos de nuestro país con una derrama económica de 20 mil millones dólares al año, veremos si sin el Consejo, esto se mantiene o mejora.
Finalmente, a decir del propio gobierno, la Guardia Nacional dará resultados plenamente en 2069, cuando probablemente muchos ya no estemos en este mundo.
Veremos si estos cambios le ayudan al Presidente a dar los resultados que México necesita y que todos esperamos.
