‘López Obrador sí escucha’: Jesús Seade

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CIUDAD DE MÉXICO.

«Desde 2006 comencé a candidatearme para trabajar en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Organicé reuniones en aquella época sin conocerlo y con su victoria arrolladora me activé mucho más en un proyecto con el que comparto su intento por mejorar la distribución del ingreso, disminuir la desigualdad y luchar en contra de la corrupción”, afirma Jesús Seade, subsecretario para América del Norte, con la sonrisa que solo tienen quienes están convencidos de su misión.

En entrevista para Imagen, con David Páramo, Seade Kuri destacó que el presidente lo eligió sin conocerlo para una labor particularmente complicada y difícil. “Oyó las recomendaciones de mi amigo Rogelio Ramírez de la O y de Carlos Urzúa, “López Obrador sí escucha”.

Y regresa a la misma afirmación cuando dice que fue nombrado representante del nuevo gobierno a siete semanas de que concluyera la negociación del TMEC con una encomienda clara del presidente electo: apoyar la negociación del acuerdo comercial y determinar si existía algún tema en el que no pudiera aceptarse.

Cuando le presenté mi diagnóstico me escuchó toda una tarde. Me dijo que dio recomendaciones en algunos temas, pero me dejó abierta la posibilidad de que tomara mis decisiones”. Añade que López Obrador le dijo que el capítulo energético tendría que ser remodelado.

Explica, siempre con una sonrisa y ojos que no pueden ocultar la pasión por el proyecto, que el equipo negociador de Enrique Peña Nieto había planteado que se cortaran y pegaran las 30 páginas de la Ley de Hidrocarburos.

Mi misión era cambiar el lenguaje para que dijera lo mismo, pero con otras palabras. “El equipo de Estados Unidos consideró que eso podría llevar un año, pero no teníamos tiempo puesto que si no se cerraba en la administración pasada, se abrirían nuevamente todos los capítulos”.

Encontró una manera basada en la equidad. Darle a Estados Unidos lo que ya tenía Canadá a través del TPP.

Un segundo punto fundamental era que la soberanía sobre los hidrocarburos fuera expresada con toda claridad, ya no en el preámbulo sino en el articulado; “es reconfortante que ahora USA reconozca explícitamente lo que señala nuestra Constitución”, asegura Seade satisfecho.

Explicó que el tercer pilar era eliminar la posibilidad de controversias empresa en contra de Estado que está planteada en el TLCAN (no en el sector energético porque estaba cerrado) pero sí ampliamente.

 

IMPOSICION LABORAL

 

Le pregunté a Seade cuál era la contribución que podría hacer a los principios por los que se unió el movimiento de López Obrador desde hace más de una década y que lo llevaron a elegir hacer más política pública desde el exterior.

Rápidamente descartó que eso pudiera hacerse desde el comercio internacional, pero apuntaló que los cambios laborales del TMEC y los capítulos sociales del acuerdo comercial (ambiental, anticorrupción, apoyo a PYMES y cultural) sí son una herramienta poderosa en el combate a la corrupción y en la búsqueda de una mejor distribución del ingreso.

Recordó que el tema laboral siempre ha estado en la agenda de los gobiernos Demócratas de Estados Unidos, que durante más de 20 años ha generado fuertes quejas de la OIT o de la OCDE sobre el profundo atraso laboral en México.

Fue especialmente puntual al señalar que durante toda la carrera política de López Obrador en diferentes partidos ha pugnado por mayores derechos para los trabajadores, “por lo que el TMEC garantiza para los trabajadores mexicanos una larga serie de beneficios”.

Seade Kuri señaló que el libre comercio no se presta para meterle mucha agenda social, ya que esto es altamente costoso, es menos eficiente y tiene pocos resultados. Agregó que México abrió el sector agrícola en la negociación del TLCAN, lo que dijo, ha generado mucha de la pobreza en el país 

Dijo que existen muchas imprecisiones de que Estados Unidos doblegó a México con la reforma laboral, y precisó que los discursos del presidente López Obrador en los últimos 30 años piden más derechos para los trabajadores, lo que dijo “viene de a mano con su movimiento y su ideología”. Agregó que ello “le vino como anillo al dedo”, algo que era presión de Estados Unidos desde el TLCAN.

“Las vías fundamentales para la agenda social son para el corto y largo plazos el lado fiscal. Que recaudes impuestos y que permitan tener gasto social de todo tipo, pero sobre todo gasto en salud, educación y sobre todo mejorar el ingreso para que las clases privadas de recursos puedan empezar a crecer y no sólo dar dádivas, sino generar crecimiento”, explicó.

El subsecretario para América del Norte dijo que la negociación troncal en el T-MEC incluyó la revisión de aquello que no coincidía con la visión del nuevo gobierno, como fue el tema energético. Abundó que la parte troncal de la negociación en energía fueron “las condiciones de acceso” que les das a las empresas.

Seade indicó que su aportación para destrabar la negociación del T-MEC que llevaba un año consistió en incluir una cláusula que denomino “Clausula de Equidad” en materia energética que permitiría ofrecer a los dos países las mismas condiciones de acceso, es decir, “lo que se le da a Canadá, se le da a Estados Unidos”.

“Canadá ya tiene los beneficios de la reforma energética, por estar en el TPP. Estados Unidos decía “cómo yo no voy a tener eso”. Así que lo que hicimos fue decir: en cuanto a condiciones de acceso, México le da a cada país las mismas condiciones que le di al otro, aspecto por aspecto. Lo que le damos a Canadá se lo damos a Estados Unidos. Un parrafito muy discreto que fue checado y rechecado por abogados en Estados Unidos y México y salió perfecto”, precisó.

Indicó que otras de sus contribuciones fueron integrar un artículo en la negociación del T-MEC sobre la soberanía del Estado sobre los recursos energéticos, así como eliminar las condiciones impuestas por Estados Unidos para la solución de controversias entre países, incluido en el TPP, que preveían recursos que permitían a las empresas demandar a un gobierno.

“No era tan difícil convencer a Estados Unidos, porque ellos no les gusta toda esa demanda de inversionista contra el Estado, que fue inventada en el TLCAN en forma amplísima. No en energéticos porque está cerrado. Además, está en grande y se ha vuelto impopular alrededor del mundo y Estados Unidos lo quería eliminar completamente, porque a la gente de Trump no le gusta.  No es eficiente y se presta a cosas muy raras”, señaló.
Seade indicó que su aportación para destrabar la negociación del T-MEC con Estados Unidos y Canadá que llevaba un año consistió en incluir una cláusula que denomino “Clausula de Equidad” en materia energética que permitiría ofrecer a los dos países las mismas condiciones de acceso, es decir, “lo que se le da a Canadá, se le da a Estados Unidos”.

Indicó que otras de sus contribuciones fueron integrar un artículo en la negociación del T-MEC sobre la soberanía del Estado sobre los recursos energéticos, así como eliminar las condiciones impuestas por Estados Unidos para la solución de controversias entre países, incluido en el TPP, que preveían recursos de empresas para demandar a un gobierno.

 

jcp





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