El perro gusta de los bailables de Guelaguetza de Oaxaca, conocidas como calendas. Por eso, de un tiempo a la fecha también lo identifican como “Mazapán, el perro calendero”. – Foto: Especial
OAXACA.
El afecto que transeúntes, comerciantes y vecinos le tienen a este peludo de cuatro patas que deambula en inmediaciones del zócalo de la ciudad de Oaxaca, los llevó a bautizarlo con el nombre de “Mazapán”.
Describirlo como un perro callejero sería injusto, pues además de juguetón, amigable y medio obeso, también acompaña a los protagonistas de la protesta social en sus marchas, a los maratonistas al cruzar la meta y a los recién casados saliendo del templo de Santo Domingo de Guzmán.
Es un estupendo bailarín durante las festividades tradicionales ni tampoco se espanta con los fuegos artificiales ni la quema de los “toritos”.
“Mazapán” gusta de los bailables de Guelaguetza de Oaxaca, conocidas como calendas. Por eso, de un tiempo a la fecha también lo identifican como “Mazapán, el perro calendero”.
El pasado fin de semana a iniciativa de un supuesto habitante del municipio de Oaxaca de Juárez surgió en la plataforma Change.org impulsar a “Mazapán” como una figura cultural de las calendas oaxaqueñas, sobre todo como imagen que haga visible a miles de perros que viven en la calle abandono y maltrato.
A tres días del lanzamiento de la iniciativa lleva mil 812 adhesiones, de las 2 mil 500 que se propuso el domingo 10 de febrero, fecha de arranque.
El peticionario, identificado como Sergio Hernández, invita a sumarse a su causa para “hacer conciencia que (los perros) son seres que sienten, viven emociones, merecen respeto y cuidados”.
Asimismo, invita a crear la cultura de la esterilización a las mascotas y ser responsables en su cuidado.
Finalmente, la petición de que «Mazapán», el perro calendero sea considerado patrimonio cultural de Oaxaca, ayudaría a una reducción importante de perros callejeros que lamentablemente sufren día a día, y así dar un ejemplo –desde Oaxaca– a demás lugares y estados del país”.
jcp
