Paridad

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06 de Diciembre de 2018

Jefa de Gobierno, lo dijimos ayer. Vale la pena repetirlo. Una de las urbes más grandes del mundo tendrá a una mujer al frente los próximos seis años. Una mujer académica, investigadora y hasta no católica. Y no es la única. Junto a ella, otras mujeres, porque al fin dejamos de ser una cuota, nos convertimos en elementos activos e inevitables. Quince mujeres al gabinete de Claudia Sheinbaum. La paridad más uno, pues a la cabeza está ella, la primera mujer electa en gobernar esta metrópoli, la más grande de América Latina.

“El eje de nuestro proyecto radica en profundizar en la Ciudad de México una ciudad de derechos. Vamos a trabajar con mucha energía para erradicar la violencia de género. Nunca más ejerceremos o permitiremos la persecución o la violencia directa…”, dijo ayer Sheinbaum al tomar protesta. Y para dar la primera señal de esto: Rosa Icela Rodríguez, Luz Elena González, Ernestina Godoy, Almudena Ocejo, Gabriela Rodríguez, Rosaura Ruiz, Marina Robles, Soledad Aragón, Ileana Villalobos, Olivia Pérez, Larisa Ortiz Quintero, Myriam Urzúa Venegas, Martha Patricia Ruiz Anchondo, Esthela Damián Peralta y Araceli Damián González integran el 50% del círculo cercano del nuevo gobierno de la Ciudad de México. 

Entusiasma que las mujeres ocupemos lugares históricamente asignados a hombres, que aún se muestran sorprendidos cuando la paridad sigue como asunto pendiente en la dinámica social y política de nuestro país, y no porque no crean  en el atraso, sino porque no consideran este asunto algo relevante, ya no digamos urgente, necesario. Sin embargo, ya se nos había anunciado que éste sería tema a resolver desde que la nueva administración presentó a su gabinete. 

En el equipo de Andrés Manuel López Obrador los asientos también se dividen a la par. Y desde el primer minuto del 1º de diciembre la señal fue clara: “La renovación del gobierno es elemento de la democracia, da inicio el mandato popular de las urnas, como secretaria y responsable de la política interna del país, cumpliré con las responsabilidades que la ley me asigna (…) La política interior de este país tendrá una visión distinta, la de los ojos de una mujer…”, dijo Olga Sánchez Cordero al asumir como la primera mujer en la historia del país que se despachará al frente de la Secretaría de Gobernación. Y, junto a ella: María Luisa Albores, Josefa González Blanco, Rocío Nahle, Graciela Márquez, Eréndira Sandoval, Alejandra Frausto y Luisa María Alcalde.

“Me encanta porque esto manda un mensaje distinto de cuál es la visión de las cosas, con respecto a la manera en que se va a gobernar. Es decir, se gobierna con inclusión, pero también se gobierna con una perspectiva donde la mirada tuya y mía estará presente…”, me expresó ayer Tatiana Clouthier en entrevista en el foro de Imagen Noticias. Ella, una de las mujeres que no bajó la guardia desde la campaña y que hoy, como diputada federal, integra ese equipo de mujeres que, de todos los partidos y colores, son ya parte activa de la vida política del país, como tuvo que haber sido desde hace muchos años, como sucede desde hace tanto en algunos otros países del mundo. 

ADDENDUM. Y en más derechos y espacios ganados y urgencias que atañen a mujeres mexicanas: es inconstitucional que las trabajadoras del hogar no tengan seguridad social; es inconstitucional que sus empleadores no estén obligados a inscribirlas al IMSS. Es la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a un proyecto del ministro Alberto Pérez Dayán. Con esto, las mujeres que realicen trabajo doméstico se sacuden una deuda más, una de varias pendientes, ya nos lo retrató Alfonso Cuarón en Roma. Un motivo menos para fomentar discriminación. Un motivo más para hacer de nuestra sociedad una estructura mucho más justa. El IMSS tiene ahora que ponerle velocidad para un programa que inscriba a las más de 2.3 millones de mujeres que se dedican a esta labor.

 





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