29 de Septiembre de 2018
Seguramente recuerdan que ésa fue la frase más popular y conocida de nuestro querido Pompín Iglesias, bueno, pues está más de moda que nunca, ya que los pleitos familiares en el medio artístico están a la orden del día, tal es el caso de Alfredo Adame, quien estuvo casado 25 años con Mary Paz Banquells y ahora la guerra de desprestigio está muy fuerte, por ejemplo, ella dice que pretendió empeñar un reloj supuestamente finísimo que le regaló Adame y que al llevarlo al Monte de Piedad descubrió que era pirata, mientras que él dice que ella le robaba el dinero, se lo daba a su familia, que según sus propias palabras son unos mantenidos, flojos, delincuentes, pero la última declaración de Alfredo fue tremenda, pues aseguró que no se divorció antes porque ella amenazaba con matar a sus hijos y quitarse la vida. No sé si sea cierto o no, pero también pienso que si ella hubiera sido una mujer con esas intenciones o deseos, Adame debió salirse con sus hijos y denunciarla penalmente y no muchos años después desprestigiarla de esta forma. Alfredo es mi amigo desde hace muchos años, pero estas declaraciones me parecen fuera de toda métrica y lógica.
Continuando con esto de la frase de Pompín de qué bonita familia, ¿qué tal lo que pasa con Merle Uribe y su hijo, Héctor Tapia?, ella dice que su hijo es violento, agresivo, que la ha golpeado y que además la odia. ¿Algo más?, bueno, que vive en un departamento que es de ella y no se lo quiere regresar; ella declaró que su hijo está infectado de VIH Sida, porque es muy promiscuo —palabras de Merle—.
Él, por su parte, asegura que a los diez años fue violado varias veces por un amante de su mamá, mientras que Merle lo desmiente y asegura que es imposible. Perdón, pero cómo puede estar tan segura de que no pasó. Me apena mucho esta situación y volvemos a lo que dije al principio: Qué bonita familia.
