Regularizar, la meta; eventuales del INAH

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CIUDAD DE MÉXICO.

El arqueólogo Leonardo López Luján, encargado del Proyecto Templo Mayor desde 1991, encabezó ayer una protesta afuera de Palacio Nacional, en la que participaron cerca de 200 trabajadores eventuales del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ante la mirada atónita del director del organismo, Diego Prieto Hernández.

La protesta, convocada a las siete de la mañana y que sucede a unos días de que la institución cumpla 80 años, reclamó la regularización contractual de los trabajadores, el pago de salarios vencidos desde hace más de 30 días y una mesa de diálogo para obtener mejores condiciones contractuales.

López Luján dijo que cientos de trabajadores laboran en el INAH desde hace cuatro décadas sin seguridad social ni otra prestación, pese a que en ellos descansa la sabiduría de la institución. “Son maestros de todos los estudiantes de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM) y de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) que han pasado por el proyecto del Templo Mayor. Ellos representan la sabiduría y merecen respeto por parte de nuestras autoridades”.

Puso el ejemplo de Tomás Cruz y Primitivo Ruiz, dos zapotecos de la Sierra de Juárez que participaron en el descubrimiento del monolito de la diosa Coyolxauhqui, en febrero de 1978. “Desde entonces son trabajadores de nuestra institución y trabajan con un contrato precario, primero en una lista de raya y ahora nuestras autoridades les han ofrecido ingresar al capítulo 3000”, denunció.

Estos trabajadores externos, describió, son tratados como plomeros, herreros, cerrajeros, pese a que son empleados clave dentro del Templo Mayor. “Y eso pasa en toda la República Mexicana, donde hay trabajadores que han estado laborando de manera ininterrumpida desde hace más de 40 años, sin tener siquiera seguridad social, lo cual es vergonzoso”.

Así que solicitó la intervención de la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, y del propio Diego Prieto, “para que resuelvan la situación de este tipo de trabajadores que merecen un trato y un salario dignos. Porque en este gobierno que se dice de izquierda han empeorado la situación de sus trabajadores, cuando todos esperábamos lo contrario”.

Y añadió: “Conminamos a las autoridades para que, de inmediato, gestionen ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para resolver la situación de todos sus trabajadores”.

Mientras tanto las arengas de los trabajadores continuaban a las puertas del Palacio Nacional: “¡Queremos salario digno y certeza laboral!” “¡Somos los trabajadores patrimonio nacional, y si nos quieren despedir no nos iremos sin luchar!”, repitieron durante más de tres horas.

‘DEMANDA JUSTIFICADA’

Por su parte, el director del INAH intentó pasar inadvertido entre la protesta, pero al ser detectado fue cuestionado por los medios sobre el problema que enfrenta la octogenaria institución.

Reconoció que en el INAH laboran mil 700 trabajadores con plazas eventuales y dividió el panorama en dos partes: una estructural, en donde “el INAH ha crecido considerablemente en los últimos 30 años y se ha convertido en una institución que detuvo la creación de plazas de base y se generaron plazas eventuales”, problema que se ha acentuado en las últimas tres décadas.

 Otra coyuntural, en cuanto al retraso injustificado en los pagos a este personal, la cual reconoció que es una demanda justificada y se debió a un problema administrativo. “Se trata de una situación administrativa que el INAH ha subsanado, así que se estará pagando entre el día de mañana (hoy) y la semana próxima”, explicó.

Prieto Hernández insistió en que “no habrá despidos masivos; y, como dicen los compañeros, el instituto tiene que defender sus tareas sustantivas”.

También refirió que el INAH opera con una base laboral de seis mil 500 trabajadores para atender 192 zonas arqueológicas y una paleontológica abiertas al público, 160 museos nacionales, regionales y de sitio arqueológico, con 500 centros de trabajo y 31 Centros INAH, así como sus distintas escuelas.

De este volumen, apuntó, mil 700 son eventuales y confesó que su basificación no será fácil, dado que en los últimos 15 años la institución ha perdido cerca de 800 plazas en el ámbito de lo administrativo y técnico-manual.

“La idea es de que podamos ampliar plazas de base y, en el caso de los profesores, construir la figura del profesor de asignatura, para que tenga mayor permanencia, claridad y no esté preocupado porque cada fin de semestre no sea recontratado. Eso se tendrá que ir resolviendo”, dijo el funcionario federal.

¿Es cierto que despidieron a 17 trabajadores de la ENCRyM?, se le inquirió. “No lo sé. Hoy iré a ENCRyM para que me digan quiénes son, y, si está mal la decisión de no recontratarlos, la corregiremos”. De momento, aseguró, todos los trabajadores tendrán un contrato por dos o tres meses y después se ampliaría a seis meses.      

¿Cuántos de estos mil 700 trabajadores podrá conservar el INAH con el presupuesto que hoy tiene?, se le cuestionó. “… No tenemos suficiencia para ello… ¡pero ya vamos a pagar! Sin embargo, dentro del capítulo 1000 (del personal eventual) sólo contamos con 53 mdp y no alcanzaría para cubrir esa cantidad de personas”, concluyó.

Hacia las 9:30 de la mañana, representantes de los trabajadores que se manifestaron sostuvieron una reunión con integrantes de la oficina de atención ciudadana de la Presidencia y de la Secretaría de Cultura, en donde firmaron dos acuerdos: que el próximo 5 de febrero se liberarán los pagos pendientes y la firma de contratos. Sin embargo, advirtieron que no detendrán las protestas hasta que se logre la regularización de sus contratos.





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