Ricardo Pascoe Pierce – Señales económicas contradictorias

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08 de Abril de 2019

 

Después de la visita confidencial de Jared Kushner a México recientemente, se le informó al país que se había acordado un plan para fomentar el desarrollo económico de Mesoamérica. Según lo informado, Estados Unidos aportaría 20 mil millones de dólares para desarrollar proyectos productivos en El Salvador, Honduras, Guatemala y el sur mexicano.

La idea era crear fuentes de trabajo para frenar la migración que cruza de México hacia Estados Unidos. El concepto parte de una idea de crear anillos de contención. Un primer anillo está dentro de los países centroamericanos. El segundo anillo es el sureste mexicano. El tercer anillo, que es un dique de contención o el primer muro trumpiano, sería la vía férrea que correría sobre todo el Istmo de Tehuantepec. El cuarto anillo es el territorio mexicano de Tehuantepec a la frontera con Estados Unidos, mientras el último anillo es la frontera misma.

Algo muy parecido había acordado el gobierno de Peña Nieto con Trump. En 2017 se crearon las Zonas Económicas Especiales (ZEE) en el sur de México, principalmente en Coatzacoalcos, Lázaro Cárdenas, Progreso, Puerto Chiapas, Salina Cruz, Campeche y Tabasco. Se comprometieron inversiones privado–públicas por un monto arriba de los 8 mil millones de dólares con una proyección de crear, en una primera etapa, 31 mil empleos directos y otros tantos indirectos. En el largo plazo, se estimaba que se captarían unos 42 mil millones de dólares en inversiones, generando 368 mil empleos.

Pero Trump anunció la cancelación de todos los apoyos a esos países por los movimientos migratorios, con lo cual es de suponerse que los 20 mil millones prometidos a México tampoco se ejercerán como estaba acordado. Y recientemente el gobierno de México anunció la cancelación del proyecto de las ZEE. Presumiblemente los proyectos del Tren Maya y el Tren Transístmico vendrían a sustituir esas inversiones. El problema es que los trenes no son una inversión muy creíble, desde el punto de vista de la inversión privada, porque carecen de estudios serios de factibilidad.

Aunado a la política energética y la cancelación de Texcoco, la cancelación de las ZEE manda el mensaje de que las inversiones de largo plazo en México son inciertas y contradictorias, por la volatilidad y poca seriedad en la toma de decisiones.

 





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