Ayer por la noche comenzó una nueva etapa en la Selección Mexicana de futbol al mando de Gerardo Martino.
Contra Chile, en San Diego, con todas las comodidades.
Es decir, lo que hemos visto durante muchísimos años se sigue repitiendo.
Si un consejo le podemos dar al señor Martino es que de una vez por todas se salga de los Estados Unidos y vaya a competir a otros lados del mundo.
En esta fecha FIFA, los partidos ante Chile y Paraguay hubieran sido mucho más útiles en Sudamérica que cualquier otra cosa.
O buscar un equipo europeo que no tuviera eliminatorias o, incluso, viajar a Japón, Corea o el norte de África para tener mejores sinodales.
Pero no. México sigue terco con jugar en la comodidad de los Estados Unidos, donde tiene todo a favor y nunca termina por encontrar algo positivo a los partidos que disputa.
Como siempre se prioriza lo económico a lo deportivo y así será muy complicado crecer como ya lo merece el futbol mexicano.
Todo gira en torno a lo comercial y a ganar millones de dólares cuando ya sería hora de darse cuenta del daño que le hacen a la selección jugando en territorio de los vecinos del norte con comodidades.
Es urgente romper ese maldito contrato para jugar no sé cuántas veces al año en la Unión Americana. No sirve de nada más que para llenarse los bolsillos de millones de dólares que luego son mal invertidos.
Muchos ejemplos tenemos de selecciones que fueron en búsqueda del sueño mundialista saliendo de la comodidad de casa.
Que alguien dé un golpe en la mesa y termine con esta farsa, que Martino pida partidos lo más lejos posible de México y que dejen de pensar en el dinero.
Parece un sueño lo mío, pero es urgente que alguien dé un paso al frente y tome al toro por los cuernos.
No sirve de nada ser el rey de Concacaf y cuando sales a competir fuera de la comodidad y te sigues pegando golpes contra la pared.
Sálganse de Estados Unidos.
Por favor, por el bien del futuro del futbol mexicano.
