31 de Marzo de 2019
El dice que su franquicia no es la de Veracruz, pero su equipo juega en Veracruz. Su camisa porta un escudo que dice “Tiburones-Rojos-Veracruz”; un tiburón y dos estrellas la complementan. Dice que le quieren tender la cama, que quizá lo extorsionan, que no debe, que está en orden y a mano con su plantilla. Aparecen nombres que nadie conoce, deudas raras que no se sabe de quién son, se declara en TV de cable prácticamente inocente de cualquier tipo de acusación, salvo de aquellas que están grabadas en video, son irrefutables y además son faltas graves a las autoridades. Su equipo es el que más fichajes ha hecho desde el 2017, y sin ninguna duda, es el equipo que peor contrata. Hoy, Veracruz está descendido y nadie puede negar que al Tibu de Fidel Kuri lo envuelven un vaho, un tufo, un olor raro y fétido. Aunque no haya ganado un solo partido en 11 jornadas, el dinero hará lo suyo y 120 mdp lo mantendrán en el salón de los niños aplicados, cuando más bien debiera lucir las orejas de burro.
SEGUNDA NETA: ¡TODO BIEN, SEGÚN YO!
Lo han llamado “mediocre”. La prensa habla mal de él. Se percibe una tirria curiosa. Si contesta a algún usuario en Twitter, dicen que está amarrando navajas. Javier Hernández puede (y creo que debe) salir en su defensa las veces que él lo considere lógico y prudente, son la lógica y la prudencia, dos características muy difíciles de encontrar en un mismo ser humano, y el que triunfa, y triunfa en grande, suele poseer ambas. Cántalos #ChichaROCK; restriégalos por todos lados, porque son tan difíciles de conseguir que sólo uno en la historia lo ha logrado: tú.
NETAS EXTRAS: NI LÓGICA NI PRUDENCIA
Se embolsó seis mil quinientos setenta mdp por subirse al ring 11 ocasiones. “Llegó el pitufo”, posteó el Canelo en Instagram para mostrar su nuevo Bugatti Chirón de 50 mdp. Las redes sociales, tan carentes de prudencia.
