Trump libra una batalla decisiva

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SAN DIEGO.

En una carrera contra el tiempo antes de que el nuevo Congreso, de mayoría demócrata, tome posesión en enero, el presidente Donald Trump libra la batalla decisiva por el presupuesto para construir el muro que prometió en campaña electoral.

Trump amenazó con paralizar el gobierno federal hasta que se le concedan fondos para comenzar a construir el muro y, según su advertencia, no quiere un poco de dinero, pues exige los 40 mil millones de dólares que tentativamente costará la construcción.

Necesitamos el dinero para construir el muro, todo el muro, no sólo unas partes”, fue una de las declaraciones que Trump dio a la prensa apenas se conoció el resultado de la elección intermedia.

En declaraciones a Fox News, Trump dijo también que “enseguida de la elección vamos a hacer algo fuerte por el muro”.

Pero el muro se le puede ir de las manos si no consigue en escasas semanas el presupuesto, cuando el Congreso tiene receso de periodo de Fin de Año.

La batalla de Trump es aún más determinante, porque el muro ha sido desde julio de 2015 el emblema del ahora Presidente, y en enero el Congreso podría ya nunca aprobar los fondos para construirlo, en los dos años que quedan de su mandato.

Si llega enero sin que tenga dinero para el muro, el Congreso va a rechazar otorgarlo, y en el Senado, la mayoría republicana —51 senadores—necesitaría el apoyo de nueve de sus colegas demócratas, cada vez menos dispuestos a colaborar con los planes unilaterales del Presidente y la bancada republicana.

Un descalabro de esa magnitud tendría, seguramente, un efecto dominó en otras iniciativas que el mandatario prometió y que siguen empantanadas, como terminar con la reforma de salud (Obamacare) desde el primer día de su presidencia o deportar a más de 11 millones de indocumentados.

El Presidente ordenó, el 25 de enero de 2017, “comenzar de inmediato” la construcción del muro fronterizo que había prometido.

Desde que Trump giró la orden de construcción, el muro no ha empezado. Sin embargo, el mandatario aprovechó en cuatro ocasiones en que se sustituían breves tramos por mantenimiento, para afirmar que la construcción que él prometió había iniciado.

En una de esas cuatro ocasiones, en Calexico, la administración Trump, incluso, develó una placa en que se refiere a una obra de casi tres kilómetros como el muro que prometió.

La promesa original de campaña era que “vamos a construir el muro y México lo va a pagar”, pero ni el Congreso, el Senado o el mismo Presidente ahora se refieren remotamente a que México pague esa construcción.

La cascada que puede derivar de la pérdida del muro al resto de las iniciativas y políticas del Presidente pudiera carecer de todo precedente.

Ahora Trump se ve bastante ordinario”, resumió el analista Peter Trubowitz, del programa EU y las Américas.

Los resultados de la elección van a hacer que regrese a la tierra”, a darse cuenta de que no podrá imponer sus decisiones fácilmente.

Hasta ahora, todas las decisiones del mandatario únicamente eran confrontadas en las cortes, que le ponían límites a sus políticas, pero en casos como la separación de familias, los tribunales sólo podían mitigar algunos daños sin resarcir los efectos de las órdenes de Trump. Por ejemplo, aún hay menores sin reunirse con sus padres.

La mayoría demócrata en el Congreso puede prevenir, detener y desandar iniciativas de Trump, por ejemplo, con relación a los dreamers, los inmigrantes a quienes quitó el Estatus de Protección Temporal (TPS) ante deportaciones o el despliegue de tropas en la frontera sin analizar presupuesto.

Será casi imposible que “desmantele y sustituya Obamacare” como prometió que haría al primer día de su mandato.

Pero de acuerdo con diversas versiones de analistas, el Presidente también enfrenta la posibilidad de ser investigado en sus negocios durante su Presidencia o en sus reportes de impuestos, que nunca ha querido presentar al público –el primer Presidente en negarse—, así como en decisiones sobre la investigación sobre presunta injerencia rusa en su elección.

El Presidente advirtió que el Congreso, de mayoría demócrata, lo investiga, pero él planea responderles a través del Senado, de mayoría republicana, con otras investigaciones.

Nancy Pelosi, actual líder de la bancada demócrata en el Congreso, dijo que buscar la destitución del mandatario no es ahora la prioridad, pero, según analistas, a partir de la batalla por los fondos para el muro, lo que también se juega es la posibilidad de que Trump busque una reelección.

 

AMU

 





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