‘Un tributo al no se olvida’; memorial del 68, en Tlatelolco

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CIUDAD DE MÉXICO.

El nuevo memorial del movimiento estudiantil de 1968 no sólo promete un espacio para no olvidar sino también un sitio para la reflexión en torno a la movilización. Desmantelado y vuelto a armar, ahora con el nombre de M68 Memorial de 1968 y Museo de las Movimientos Sociales, el espacio en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT) plantea un recorrido doble, sin aparente principio ni fin, y que puede caminarse libre, entre dos líneas discursivas: la propia revuelta estudiantil y los movimientos sociales mexicanos derivados de ese acontecimiento.

Dividido en 32 diferentes núcleos, el espacio que será inaugurado mañana, 17 días después del aniversario 50 de la matanza del 2 de octubre, confluye hacia el repositorio digital o centro de documentación sobre el 68 y otros movimientos, que ha sido conformado con documentos de 33 colecciones públicas y privadas, explica a Excélsior, Ander Azpiri, coordinador del equipo curatorial.

Lo que nos importa es que cualquier visitante haga el recorrido que decida y llegue al final y se pregunte: ‘ahora salgo a la calle, ¿qué me toca hacer a mí, cómo lo hago, con quién lo hago? Toda la narrativa de esos dos recorridos lleva a ese punto. Lo que nos importa es que el visitante vaya sintiendo la importancia de la participación, de lo colectivo, de la movilización en equipo, de la transparencia de la información, de la verdad y de buscar entre todos la mejoría”, dice.

Al sitio aún no se ha podido acceder. Desde fuera del edificio se observa intensa movilización y retraso en el montaje. Un croquis muestra cómo está distribuido el recorrido a lo largo de los mil 700 metros cuadrados que abarca el espacio: un video introductorio da la bienvenida; después, en paralelo, se van sucediendo los núcleos temáticos. Del lado que se refiere al 68: Mujeres, Julio 68, Miradas al 68, Objetos desobedientes, Juegos Olímpicos, Prensa, Ejército, Octubre 68, 2 de octubre.

El otro costado interrelaciona los temas: Modelos alternos de educación, Terrorismo, Activismo en redes, Vigilancia estatal, Feminismo, Comité Eureka, Caricatura, Coraje de decir la verdad, Terremoto. El nuevo memorial se instaló en lo que fue la Sala de Colecciones Universitarias, una de sus vistas da completamente hacia la zona arqueológica de Tlatelolco; el proyecto museográfico es desarrollado por el despacho Margen Rojo y la inversión alcanza 40 millones de pesos (20 de ellos aportados por la UNAM), aunque la cifra también abarca la organización de un coloquio de un centenar de pláticas y el repositorio digital.

El primer Memorial del 68 fue inaugurado en 2008, tres años después de que la UNAM incorporó a su patrimonio el conjunto arquitectónico que albergó la Secretaría de Relaciones Exteriores. Entonces, el equipo lo encabezaron Sergio Raúl Arroyo y Álvaro Vázquez Mantecón; con la llegada de Ricardo Raphael a la dirección del CCUT, y en víspera de la conmemoración 50 del movimiento estudiantil, el memorial anterior fue desmantelado para proponer una nueva forma de conservar la memoria del movimiento.

La memoria en el nuevo espacio, dice Azpiri, se entiende como un proceso colectivo, por lo que se descartó la idea del curador a cargo. En la proyección del nuevo memorial, afirma, participaron especialistas, investigadores y personal del CCUT que suman más de 70 nombres, incluido el Comité Académico (11 personas). Sólo algunos núcleos fueron propuestos por curadores como el de fotografía, que hizo Alberto del Castillo, o el de los Juegos Olímpicos que preparó Ana Elena Mallet.

Azpiri detalla que el centro de todo el proyecto es el repositorio digital, conformado por unos 100 mil documentos; el recorrido de dos rutas abarca alrededor del 90% del espacio y al final, en el resto del área, se ubica el centro de documentación que no necesariamente requiere la visita del museo para consultarse: ahí los visitantes podrán acceder a los archivos a través de computadoras y dispositivos móviles. Los archivos, sin embargo, “nutren en tiempo real la información del recorrido del museo a través de elementos interactivos que se actualizan conforme hay interés en determinado tema”.

A nivel museográfico, la base son los recursos interactivos: en el núcleo 2 de octubre, por ejemplo, se montará una maqueta de todo el conjunto de Tlatelolco para que a través de tablets y realidad aumentada pueda seguirse el minuto a minuto de la matanza. Otro interactivo permite relacionar derechos ciudadanos con los movimientos sociales de donde fueron producto y uno más crea un mapa interactivo con la ubicación y la participación específica que tuvo cada una de las distintas escuelas que, más allá del IPN, Chapingo o la Ibero, se sumaron al movimiento del 68 en todo el país.

El recorrido incluye varias pantallas en las que se puede acceder a los testimonios que formaron parte del primer memorial y otros que han sido grabados en los dos últimos años. El trayecto se completa con piezas de arte que ya formaban parte del CCUT como el video  Cuentos patrióticos, de Francis Alÿs, y otras que han sido comisionadas como Secret memorials de la chilena Voluspa Jarpa, que trabaja con archivos clasificados de la CIA y la Dirección Federal de Seguridad, o Vigilancia estatal, encargada a Plinio Ávila.

 

cva

 





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