Lo que pasó en Los Cabos es el claro ejemplo del porqué debe llevarse a cabo la legislación de la Ley de Movilidad. Por si usted no lo ha visto, circula un vídeo en redes sociales en el cual se ve a un taxistas _aventando_ su vehículo en contra de un otro (Uber) en pleno tramo federal.
El intento de homicidio, como lo han calificado diversos usuarios de redes sociales, ocurrió en un tramo (carretera) federal entre Cabo San Lucas y San José del Cabo. Afortunadamente no hubo pérdidas humanas, sin embargo, será labor de la Policía Federal sancionar este hecho, el cual, ocurrió dentro de su área de acción.
Las reacciones de diversos usuarios en redes sociales han acusado al Ayuntamiento de Los Cabos de lo ocurrido, pero lo cierto aquí es que no es así. Aquí se debe acusar a todos aquellos que se opongan a aprobar la Ley de Movilidad para Baja California Sur. Es decir, mientras no se legisle una ley que brinde certeza en este sentido, este tipo de ataques podrían ser constantes entre quienes creen merecerlo todo (taxistas) y no aceptan que el usuario del transporte público ya decidió invertir su dinero en traslados más económicos, con unidades en mejor estado y con un mejor servicio: la gente dijo “sí” a Uber.
Lo acontecido en Los Cabos no es culpa de Armida Castro Guzmán, porque es alcaldesa y no diputada. Lo ocurrido allá es culpa de quienes se han dejado secuestrar por los transportistas.
Ahora corresponde a la Policía Federal castigar con todo el peso de la ley este intento de homicidio.
