PLAYA DEL CARMEN.
Patricia Guerra no dudó hace algunos años en ofrecer sus brazos y piernas para comenzar con un sueño que ayer vio cristalizado.
Cada brazada en las aguas de la Riviera Maya era el motor de esos 200 mil niños a los que llevó en mente durante las más de diez horas que duró la travesía de la iniciativa Nado de Corazón.
El inicio en Cozumel, a las seis de la mañana hora local, presagiaba que la misión no sería fácil. Un torrencial aguacero, justo antes de comenzar, retrasó sus planes por 15 minutos, pero su corazón y el de los niños de las guarderías del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) fueron el impulso para superar la adversidad e ir en busca de terminar el trayecto.
Las condiciones climáticas no fueron las ideales durante gran parte de la travesía y la llevaron a aumentar la distancia y el tiempo que oficialmente fue de 10 horas 45 minutos y 52 segundos.
El punto de llegada era en Mayakoba, pero ante las situaciones que enfrentó, terminó por llegar a Punta de Venado y de ahí se trasladó en lancha al lugar donde ya la esperaban familiares y amigos, testigos de la hazaña. Al mismo tiempo de concluir su nado en aguas abiertas, 200 mil niños, que formarán parte de un proyecto para desarrollar una vida saludable, festejaron a la distancia.
El desafío más difícil
Con el rostro de cansancio por las más de diez horas de travesía, Patricia Guerra le dio un emotivo abrazo a su madre mientras le susurró “fue más difícil que el Canal de la Mancha”.
Doña Paty no escondía su emoción luego de la larga espera y ver cumplido un reto más de su hija.
Fue difícil, pero cuento con un gran equipo que nunca me dejó sola durante todo el trayecto y estoy muy agradecida por eso. Ahora seguro vendrán más sueños por una nueva causa”, aseguró la nadadora, quien en 2004 se convirtió en la tercera mexicana que cruzó el Canal de la Mancha.
Ayer sumó otro logro a su trayectoria con el nado en las aguas mexicanas.
Buenas medidas
La iniciativa Nado de Corazón se creó para que, por medio de la Fundación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se ayude a niños de entre tres y seis años para cumplir con hábitos saludables.
El que México sea el cuarto lugar en obesidad infantil fue una de las situaciones que llevaron a Patricia Guerra para buscar la forma de ayudar a fomentar la cultura de la prevención y de la salud.
Con campañas en las que aparecen personajes de Plaza Sésamo se pretende crear conciencia en los pequeños de llevar una vida sana y disminuir los padecimientos cardiovasculares y otras deficiencias físicas.
AMU
