Cielito lindo como cierre en el Corona Capital 2018

0
470


CIUDAD DE MÉXICO.

Imagine Dragons no cambia. Los mismos bombos, los mismos sonidos; diferente vibra y diferentes canciones. Dieron las 23:00 horas y los chicos comenzaron en el cierre de la segunda jornada del Corona Capital, que reunió a 85 mil personas.

Y se fueron recio con Radioactive. Los fresas imaginando dragones, mientras los demás veían a New Order. Porque es lo que quedó de Joy Division y lo que va un paso adelante de un Peter Hook que vive más del recuerdo de dos bandas que lo que puede innovar en solitario.

En la clausura del festival musical de este año, la gente estuvo dividida. En Imagine Dragons, la rola Radioactive seguía siendo el top. Hasta que pasó It’s Time. Jamás pierden el toque del bombo gigante. Menos gente destruída. Todos estaban en New Order.

Pero los de Estados Unidos tenían a la gente embobada. Las banderas que caían al escenario las recogían. Se las colgaban al cuello mientras Whatever It Takes sonaba.

La pirotecnia hacía de las suyas: humeaba, contaminaba, cubría todo para que Dan Reynolds, vocalista de la agrupación, hablara en español y cantara el Cielito Lindo. Esforzándose con su español dijo: “Yo soy un hombre sincero y antes de morirme quiero echar mis versos”.

En el escenario principal del Corona Capital, donde seguirían Natural y Every Breath You Take, cover de The Police, entre otros.

New Order estremece la CDMX en el Corona Capital 2018

Con un set lleno de novedades y nostalgia, la agrupación New Order regresó al festival después de seis años. Los estadunidenses de Nine Inch Nails enloquecieron a sus fans mexicanos.

La segunda jornada de la novena edición del Corona Capital 2018 se llenó de color, música, rock clásico y actual con un abanico de propuestas que dieron vida al festival. 85 mil personas disfrutaron de bandas como Nine Inch Nails, New Order, MGMT, Chvrches, The War On Drugs, Superorganism y Deaf Havana, encargadas de dar un toque especial al Corona Capital.

La música sonaba en los escenarios desde las 2:00 de la tarde y fue acompañando a los primeros visitantes que llegaron a descubrir las actividades que había.

Una fotografía en el suelo que reflejaba a quien la tomaba, una pared para escalar  en la que no se escalaba, sólo se subía, un espacio con plátanos colgados para que la gente se tomará fotos y la rueda de la fortuna donde personas con discapacidades eran bienvenidas para subir, fueron algunas de las actividades en las que el público podía entretenerse mientras esperaban a sus artistas favoritos, haciendo del Corona Capital 2018 una nueva experiencia.

New Order se dio a la tarea de abarrotar el espacio designado para el escenario Corona Light, al que regresaron después de seis años de ausencia para evocar sus actuales glorias y aquellas que lograron en el pasado como Joy Division con su gira Performance 2018.

“Muchas gracias, buenas noches”, dijo Bernard Sumner, en español, después de que con un video de la ciudad de Berlín y la letra de Das Rheingold: Vorspiel diera la bienvenida al público que lo recibió con una gran ovación.
Love Vigilantes, Crystal –con un arreglo diferente al original–, Restless, Your Silent Face, Superheated, Bizarre Triangle of Love –la cual hizo bailar al público al ritmo de los beats–, Subculture, y Tutti Frutti y Blue Monday animaron la noche.

Sumner, Stephen Morris, Gillian Gilbert, Phil Cunningham y Tom Chapman no podían retirarse sin que Love Will Tear Us Apart recordará sus días como parte de Joy Division.

La luna se asomaba tímida sobre la Curva Cuatro del Autódromo Hermanos Rodríguez cuando la banda estadunidense MGMT decidió que era hora de hipnotizar al público con su rock sicodélico. En punto de las 8:20 de la noche el escenario Corona se iluminó en tonalidades azules que fueron dándole atmósferas a temas como Alien Days y Time To Pretend, el cual hizo que aquellos que se encontraban en la recta del recinto caminarán hacia el escenario para disfrutar de la música de Andrew Van Wyngarden y Ben Goldwasser.

Los originarios de Middletown, Connecticut, no dudaron en hacer que canciones como Little Dark Angel, Electric Fielder y Flash Delirium completaran el set de una hora que la banda ofreció.

“¿Cómo están? Esto es realmente loco, ha pasado un tiempo desde la última vez que venimos, así que muchas gracias por estar aquí”, dijo  Andrew antes de When you Die.

Un diseño de iluminación que bailaba al ritmo de cada una de las canciones, imágenes de la gente en las pantallas, varios “Gracias” en español y un público que disfrutaba de cada nota musical moviéndose de un lado al otro, marcaron el regreso de MGMT a México.

Me and Michael, Kids y The Youth hicieron que el público, a pesar de los 14°C que se sentían, entraran en calor bailando al ritmo de la música.

Nine Inch Nails

La apuesta estaba en Nine Inch Nails. Trent Reznor más Atticus Ross es una dupla de convocatoria y experiencia obligatoria. Desde muy temprano se hicieron sentir en las camisetas de la gente. Más que una banda parece ser una nación, no religión, porque Reznor no adoctrina a nadie, detesta las doctrinas.

Algún loco subió a la rueda de la fortuna Vans y ondeó una bandera con las iniciales de la banda. Sin duda era el alma del Corona Capital. Ayer, ellos y New Order mandaban. Por más niñas fresitas y bonitas que inundaron el camino del trazado que campeonó hace unos días a Lewis Hamilton en Fórmula 1, los fans de Reznor eran mayoría.

La travesía a los baños era kilométrica. Si uno estaba rockeando en Deafhavana no había espacio para ir. El truco era, en un vaso vacío y en una bola de amigos, alivianarse y seguir fiesteando. Porque siguió Digitalism. Con la dupla era obligación estar lo más liviano posible para saltar, sudar y seguir bebiendo.

Pogo, Miami Showdown, Zdarlight. Jens e Isi tocaron todo lo que tenían.

Gran antesala para MGMT en el escenario Corona, pero ahí sólo fueron los hipsters. Los conocedores cayeron a Nine Inch Nails, aunque sea a formarse antes de que toda la catástrofe comenzara. Death Cab for Cutie, lo más cercano que se estará de The Postal Service. I Dreamt We Spoke Again. Golpazo al humor de la nostalgia y la tristeza. Ben Gibbard es sinónimo de melancolía. Gold Rush y Crooked Teeth fueron la prueba.

Reznor acabó con tanta fresada. Ya era momento. Mucha niña y niño bonito bailando. Era turno de la oscuridad, de presumir la última trilogía. Bad Witch el más reciente. Shit Mirror, poderosa violencia y transgresión a la moral.

Por fín llegó el olor a mota, la borrachera sin sentido; el headbanging que acabó con tanta música fresa y tanta delicadeza. Todo acabó pronto con Closer.

Hace años que Reznor y Ross no la tocaban completa. Se sintió increíble exclamar “I wanna fuck you like an animal”. Libertad, sexualmente explícita, pero rebeldía oportuna. Reznor y Copy Of. Industrial. Lo que todo mundo estaba esperando: las raíces de la transgresión.

Y dejaron el libro abierto para hoy que toca  en El Plaza Condesa. Lo dejaron todo a la suerte de New Order, pero no sin antes disculparse por la imbecilidad del hombre que gobierna en su país. “Disculpenos por nuestro presidente”.

Encienden la primera jornada

La primera jornada de la novena edición del Corona Capital tuvo un cierre espectacular y los encargados de hacer la gran fiesta de la música fueron Lorde, The Chemical Brothers y Robbie Williams, quienes enloquecieron a las 85 mil personas que abarrotaron la Curva Cuatro del Autódromo Hermanos Rodríguez.

Con el peculiar carisma que lo ha caracterizado desde hace más de 30 años de carrera, Robbie Williams conquistó el corazón de los mexicanos después de 12 años de su visita a México. Un set en el que temas como Millenium, Somethin’ Stupid –cover de Carson and Gaile–, Rudebox, Kids, Tripping, She’s The One –original de World Party– y los éxitos Rock DJ, Feel, Angels y My Way completaron la velada.

“¿Me extrañaron?”, preguntó en repetidas ocasiones Robbie, no sin antes hacer cantar a sus fans con Rehab de Amy Winehouse, Livin’ on a Prayer de Bon Jovi y Take On Me de A-Ha.

Después de recibir una serie de muestras de cariño, que incluyeron gritos de su nombre y piropos, Robbie decidió decirle a sus fans que esa noche eran suyos como su culo, para después levantarse la falda que usaba y mostrar su ropa interior que en la parte del frente tenía un tigre.

El espacio que ocupa el escenario Doritos Bunker se vio abarrotado por miles de personas que llegaron hasta él sólo para ver –muchos por primera vez– a la cantante neozelandesa Lorde hacer su magia.

Con un set de una hora con el que la cantante cerró su gira mundial del disco Melodrama, Lord compartió con el público que tras visitar el Museo de Frida Kahlo en Coyoacán, salió inspirada para ofrecer su primer recital en la capital del país.

“Era bella, rara hermosa, fuerte y me ha inspirado. Era una mujer que tenía tanta confianza y que portaba su ropa tradicional con tanto orgullo, Simplemente es algo que inspira, quiero llorar, quizá es la actitud. Ustedes son muy apasionados y creen en la música, puedo sentirlo”, dijo, emocionada, la cantante de 22 años.

Temas como Running Up That Hill –de Kate Bush– Sober, Tennis Court, Magnets –cover de Disclosure– Ribs, The Louver, Royals, Perfect Places, Team, Green Light, fueron algunas de las 16 canciones que Lorde hizo sonar el sábado por la noche.

Y mientras la neozelandesa reventaba el escenario Doritos Bunker, el escenario Corona Light, se volvió una locura cuando, después de siete años de ausencia The Chemical Brothers regresó a suelo mexicano para recuperar su lugar como uno de los grandes de la música electrónica.

Con temas como Galvanize, Hey Boy Hey Girl, Do It Again, Swoon, Believe, Star Guitar y Go to Keep On, completaron un set de una hora en la que el público disfrutó el regreso del dueto británico.





Source link