Día Internacional de la Mujer: favor de no felicitar 2019/03/08

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08 de Marzo de 2019

Por Catalina Monreal

En 1975, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, en conmemoración de las más de 120 mujeres que en 1911 murieron en el incendio de una fábrica de ropa en Nueva York, Estados Unidos. Lo anterior, derivado de las pésimas condiciones laborales y de seguridad en las que se encontraban; inclusive días antes las trabajadoras de la fábrica habían reclamado mejores condiciones laborales y un salario igual al que percibían los hombres que hacían las mismas actividades.

Desde entonces se lucha por la igualdad salarial, que seguimos sin alcanzar, ya que, según datos del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), en la actualidad las mujeres ganan en promedio 34% menos que los hombres.

En consecuencia, el Día Internacional de la Mujer es una oportunidad para recordar la lucha que miles de hombres y mujeres han emprendido en pro de la igualdad de jure y de facto entre ambos sexos, y no un día de festejo o celebración por ser mujer.

Quién de ustedes no ha visto o recibido mensajes de texto o WhatsApp con frases como “Felicidades a ese ser tan hermoso que Dios nos dio” o “Mujer, eres la creación más sublime que Dios ha creado” o “Felicidades a las mujeres por sus desvelos y sacrificios”.

Muchos de estos mensajes de “felicitación” no solamente tergiversan el origen del Día Internacional de la Mujer, sino que pueden llegar a ser reforzadores de estereotipos de género y de micromachismos, que son expresiones sutiles de violencia contra la mujer, casi imperceptible, pero que a la larga ayudan a mantener las relaciones de poder y dominación del hombre sobre la mujer. Pierre Bourdieu lo llamaba “violencia suave”.

Por ejemplo, frases como “A ti que sueñas, que luchas y que trabajas día a día, por construir un hogar y un mundo mejor” o “Sin ti, todo estaría de cabeza”.

El Día Internacional de la Mujer debe ser una jornada de reflexión en torno de las asignaturas pendientes. Por ejemplo: que hacen falta políticas de corresponsabilidad, que las tareas de cuidados y del hogar no son propias y exclusivas de las mujeres, sino de ambos sexos.

Que sigue habiendo matrimonio infantil. De acuerdo con datos de Save the Children México, más de seis millones 800 mil mujeres entre 12 y 17 años han contraído matrimonio o viven en concubinato.

Que de cada 10 personas desaparecidas en México, dos son niñas, niños o adolescentes, y que 60 por ciento de éstos son niñas entre uno y 17 años, según cifras de Unicef México.

Que la violencia de género va en aumento, que nos están matando, que el feminicidio infantil aumentó en los últimos años y que, en palabras de la secretaria de Gobernación, nueve mujeres son asesinadas diariamente; esto es, cada 160 minutos o cada menos de tres horas una mujer es privada de la vida. 

Aún hay mucho por hacer y reflexionar, por lo que minimizar el Día Internacional de la Mujer a “felicitaciones” frivoliza la importancia de la conmemoración.

Sepamos que es un día de balances, retos y metas por cumplir en torno de la igualdad de género y no un día de celebración “por ser mujer”.





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