Elsa Cross supera la dualidad

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CIUDAD DE MÉXICO.

Nepantla, la voz náhuatl que significa “estar en medio”, da título al nuevo poemario de Elsa Cross (1946). El gran tema es, detalla la escritora mexicana, ese “estar entre la vida y la muerte”, “entre lo que se llena y se vacía”, “entre lo que termina y lo que no acaba de empezar”.

Para la también ensayista y traductora, “nepantla” es ese instante en el que ronda la muerte, un ni aquí ni allá, un sitio de asombro. “Más que la dualidad, el tópico es la superación de la dualidad. Es como si el libro avanzara desde una dicotomía excluyente a una realidad que lo incluye todo y disipa las diferencias al trascenderlas”.

Esta palabra, afirma en entrevista con Excélsior, realmente posee muchas posibilidades de evocación y “lo que tiene que transmitirse es el concepto”.

La doctora en Filosofía por la UNAM admite que este vocablo es el que mejor definía las imágenes de un poema que empezó a redactar en París en 2015. “De hecho, las primeras imágenes del río que se menciona son del Sena. No sabía qué evolución tendrían los versos; pero, además, se llenaron de imágenes de mitos y símbolos muy mexicanos. Este Nepantla, salvo como homenaje, no tiene relación con el lugar de nacimiento de Sor Juana”, aclara.

Propone, a través de 34 poemas divididos en cuatro partes, confeccionados entre 2015 y 2018, una especie de reconciliación, de pausa, para sentir y pensar diferente. “Eso es crucial”.

La Premio Nacional de Artes y Literatura 2016 está convencida de que vida y muerte se entrelazan. “Si pudiéramos verlas como parte de una misma existencia, la muerte no nos causaría tanto temor. Vida y muerte son distintos momentos de una sola existencia y que, cuando uno puede aceptar su muerte, es cuando vive en realidad de manera más plena. El poema concibe la muerte llena de belleza”.

Nepantla (Ediciones Era) visita, como varios de los títulos de Cross, los símbolos e imágenes de las culturas prehispánicas y evoca el significado y el misticismo de diversos animales (tigres, caracolas, colibríes, coyotes, tortugas) y de la naturaleza.

“Son parte de la geografía del poema. Creo que no he escrito un solo poema del que esté ausente la naturaleza. Y esos animales me encantan. Hay un venado blanco que ha aparecido en otros poemas míos, tal vez porque está en una pintura de un joven rarámuri, que conservo y quiero especialmente. El hombre no es el único ser que importa”, dice.

La catedrática de la UNAM considera que las alegorías mesoamericanas son totalmente vigentes, como los símbolos de cualquier cultura. “En ocasiones son muy similares. En el libro están por su belleza plástica, y por el trasfondo de su significado, que, para mí, tiene el poder de detonar una verdadera explosión de sentidos”.

Sobre lo que representa Nepantla respecto a la totalidad de su obra, la ganadora de los premios Xavier Villaurrutia 2007 y Roger Caillois 2010 añade que en este volumen hay mayor concisión y economía de lenguaje, “lo cual es un alivio después de mi libro anterior, Insomnio, que es sumamente extenso”, recuerda.

 

 

A fuego lento

 

La autora de 22 poemarios y dos títulos de ensayos confiesa que la confección de Nepantla fue “bastante lenta”, pues cambió dos veces de estructura. “Al principio eran unos cuantos poemas que serían parte de otro libro y se quedaron guardados mucho tiempo. En 2017 fui a Roma a un congreso y, curiosamente, allí seguí escribiendo y creció más de lo que había previsto. Justamente en ese encuentro, de una excelente ponencia de Antonio Díaz de León sobre el Dios del Maíz, tomé varias imágenes; se lo mencioné y se lo agradecí”, explica.

Y aclara que no le extrañó escribir un poema “mexicano” en Europa, pues aquí ha creado poemas que vienen de muy lejos. “Creo que el espacio y el tiempo de la poesía son a veces muy independientes de los que uno vive en su realidad cotidiana”.

Quien también estudió filosofía en la India, donde vivió dos años, detalla que este 2019 será muy prolífico. “He publicado ya Nepan-
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y Notebook from Amorgos (Cuaderno de Amorgós), en Inglaterra, donde además saldrá a la luz Bomarzo. Y también se lanzarán ediciones en Italia, la India y posiblemente en Estados Unidos.

“Aquí, en México, aparecerá una antología de poemas que he escrito sobre distintas artes visuales y se llama Inflexiones de la luz, una traducción de Yves Bonnefoy y unos libros de ensayo y traducción sobre la India.

“Y espero que por fin se edite una amplia compilación que se titula El Lejano Oriente en la poesía mexicana, que reúne lo que han escrito poetas mexicanos, desde José Juan Tablada hasta la fecha, sobre un Lejano Oriente que en el libro comienza en la India y se extiende hacia el este”, indica.

Cross adelanta que en junio viajará a Atenas (Grecia), para asistir a un festival de poesía, donde impartirá una conferencia en español. “Además de otros viajes y actividades en puerta”, concluye.

 

cva

 





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