CIUDAD DE MÉXICO.
Decenas de personas despidieron a los siete niños que fallecieron durante un incendio en una vivienda en el pueblo de Santa Cruz Meyehualco en la alcaldía de Iztapalapa.
Sus féretros blancos fueron cargados por familiares, vecinos y amigos.
Incluso, niños cargaron los ataúdes más pequeños pertenecientes a Diego y Óscar de apenas dos años de vida.
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El cortejo fúnebre recorrió calles de Santa Cruz Meyehualco en donde los vecinos salían a dar el pésame o a entregar una flor. Llegaron puntuales a las 15:00 horas al panteón del pueblo.
Uno por uno bajaron los ataúdes en la tumba especial del doble de tamaño diseñada especialmente para que descansaran juntos en paz.
Las maniobras de los sepultureros estuvieron enmarcadas por llantos y lamentos de los familiares más cercanos.
En el lugar soltaron globos blancos y colocaron una cruz.
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Previamente, a las 12:30 horas acudieron a la Parroquia de Santa Cruz Meyehualco en donde se ofició una misa de cuerpo presente. Con cohetones anunciaron la salida del cortejo fúnebre y pidieron ayuda para cargar los féretros.
Personal de la Alcaldía de Iztapalapa y policías apoyaron para hacer una valla humana para proteger el cortejo. Música prehispánica tocada con un tambor y una flauta enmarcó el cortejo.
Decenas de habitantes salieron a dar el pésame y a ofrecer una flor.
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