Especialistas defienden órganos autónomos | Excélsior

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CIUDAD DE MÉXICO.

Si bien los órganos constitucionales autónomos (OCA) son perfectibles, desaparecerlos, debilitarlos o designarles titulares afines al Ejecutivo traería como consecuencia la deslegitimación de la alternativa política que representa el presidente Andrés Manuel López Obrador, porque la toma de decisiones se va a deteriorar y el poder absoluto corrompe, coincidieron en señalar a Excélsior académicos y extitulares de los organismos.

María Marván, quien fuera presidenta y fundadora del otrora Ifai, ahora Inai, señaló que, con distintas características, los OCA surgieron para disminuir el poder del hiperpresidencialismo que México tuvo a lo largo de 70 años.

En la medida que son organismos de contrapoder, cuyo objetivo es disminuir el poder del Ejecutivo en temas específicos, por razones específicas, pues se convierten en algo molesto para el Ejecutivo.

No es casualidad que todos sean producto de la transición democrática, por ejemplo, los tres más antiguos: Banco de México (Banxico), Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y el IFE, hoy Instituto Nacional Electoral (INE), nacieron en el sexenio de Ernesto Zedillo”, señaló.

Para Luis Carlos Ugalde, expresidente consejero del extinto IFE, “los órganos autónomos son una solución mexicana a un problema de falta de calidad, parcialidad y profesionalismo de diversos sectores del Estado”.

Había una duda en torno a que el gobierno era sesgado en la organización y limpieza de los comicios, por esta situación, durante muchas décadas, la oposición exigió que el gobierno ya no organizara las elecciones y, después de la crisis de 1988,  donde se le acusó de un presunto fraude, es cuando nace el IFE, en 1990”, explicó.

En tanto, José Roldán Xopa, profesor investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), señaló que, aunque los 10 órganos autónomos que existen en nuestro país tienen orígenes distintos, todos responden a una realidad, que es lograr un contrapeso al poder gubernamental y del Estado.

Su autonomía es básica para evitar excesos del gobierno. En el caso de los órganos autónomos que regulan el área económica, el objetivo es evitar un capitalismo de compadres”, afirmó.

Para Marco Antonio Zeind, catedrático de la Facultad de Derecho de la UNAM, los órganos constitucionales autónomos son pilares del control democrático del Estado.

 

 

PELIGROS

María Marván, también expresidenta del extinto IFE, señaló que el riesgo de desaparecer o debilitar los órganos autónomos radica en que se acaben los contrapesos.

Al romper la lógica de los contrapesos, lo que estamos haciendo es darle todo el poder a una sola persona y a una sola institución, que sería el Ejecutivo, y ése es un riesgo mayúsculo, porque el poder absoluto corrompe absolutamente y no hay ser humano que sea infalible a esta tentación”, consideró.

Agregó que, debido a que se trata de órganos de contrapoder creados para restar facultades al Presidente, si se debilitan, representaría un retroceso para la democracia del país.

Luis Carlos Ugalde, ahora director general de Integralia Consultores, señaló que, si al frente de los órganos autónomos se designan personas afines al gobierno, en los hechos van a perder fortaleza y se reproducirán los problemas que existían en el pasado.

Para el investigador José Roldán, la inexistencia o debilitamiento de los OCA traería como consecuencia la desligitimación de la alternativa democrática que representó López Obrador.

¿PERFECTIBLES O PRESCINDIBLES?

Para Luis Carlos Ugalde, los OCA son y serán prescindibles en la medida que el gobierno cumpla a cabalidad y con apego a la ley todas sus funciones.

No todos los OCA son necesarios, porque han sido soluciones transitorias. Lo ideal sería que, en el futuro, el gobierno pudiera hacer bien las cosas y no tuviéramos la necesidad de tener muchos órganos autónomos”, dijo.

En contraste, el catedrático Marco Antonio Zeind sostuvo que los OCA son figuras legales que llegaron para quedarse como impulsores de la democracia mexicana.

Así coincidió Marván Laborde, quien enfatizó que ya es tiempo de reformar y perfeccionar los órganos autónomos, pero sin mermar sus objetivos.





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