14 de Marzo de 2019
Me queda claro que la gente sí cambia y esto se los digo por Alejandra Guzmán, a quien conozco desde hace muchos años, pero no sólo yo, la conoce todo México y todo el continente americano. Pero ¿a qué me refiero?, al cambio tan radical que ha venido experimentando… para bien.
Miren, en ella todo ha sido de extremos, extremadamente talentosa, extremadamente explosiva, extremadamente temperamental, extremadamente sensible, extremadamente cariñosa y extremadamente cabrona. Sí, por más que busqué otra palabra para definirla no la encontré.
La Guzmán tiene lo mejor de dos mundos, o lo más significativo de ellos, ¿a qué me refiero?, a que heredó el carácter fuerte, a prueba de todo, y la voz de su papá, Enrique Guzmán, y de mamá Pinal heredó la belleza y también el talento y esta mezcla no es fácil de entender y de manejar y ella lo sabe.
Cuando la fui a ver a León, Guanajuato, de cara al estreno de su bioserie por Imagen Televisión. Llevábamos prácticamente 20 años sin hablarnos, por los motivos que gusten y manden, y ese día cuando entró a la suite donde fue la entrevista nos abrazamos, le dije: “Tengo tantas cosas que decirte” (refiriéndome al tiempo distanciados) y su respuesta fue: “no digas nada, me da mucho gusto verte, qué bueno que te diste tiempo de venir, ¿empezamos?”. Como se imaginarán se me cayó la quijada de le impresión.
A Alejandra ya no se le ve en escándalos, en borracheras, con galanes, detenida por la policía, usando drogas. No. Eso es parte del pasado, la actual Guzmán es una mujer responsable, disciplinada, alguien que entendió que la mejor vida es la vida sana, pero no sólo del cuerpo, sino del alma y la mente.
Lleva casi 30 cirugías a nivel cadera y glúteos por los polímeros que le inyectó Valentina de Albornoz y que casi le cuesta la vida. Eso y largos periodos internada la han hecho reflexionar y aquilatar lo que la vida le ha dado y también lo que le ha quitado.
Recientemente, su hija Frida Sofía y su sobrina Michel Salas se pelearon a través de las redes sociales, más bien fue Frida quien se despachó con la cuchara grande en contra de su sobrina Michel, y cuando le preguntamos a la Guzmán su comentario dijo todo: “en familia nos peleamos, a la dos las amo, Michel es mi sobrina y mi ahijada y Frida no sólo es mi hija, es mi todo, ojalá hablen, no me he metido porque es asunto de ellas, pero en este momento la familia las necesita unidas y amándose”. ¿Ven?, ésta es la renovada Guzmán y, ¿saben qué?, ésta me encanta, pues sigue siendo la misma vieja calzonuda, pero consciente y linda. Felicidades Ale.
