03 de Abril de 2019
La realidad es aquello que, incluso aunque
dejes de creer en ello, sigue existiendo y no
desaparece. Philip K. Dick
La realidad… es reconocida por algunos con absoluta claridad y significado. Otros, sin embargo, la consideran vacía, ambigua e insignificante. Lo cierto es que la realidad sólo es presente, sólo es cambiante y sólo es una oportunidad en potencia, el significado de la realidad se lo otorga cada uno, de acuerdo con cómo elige vivirla, de acuerdo con lo que elige pensar, sentir y, sobre todo, de acuerdo con lo que elige hacer con esa realidad. La realidad por si sola carece de significado.
El significado se le da a la realidad y a la vida de forma personal, si elige vivirla o si elige no hacerlo. Hay quienes viven la realidad sin vivirla, son esos, los que, simplemente, eligen no elegir, y viven según se vayan presentando las circunstancias, sin objetivos, sin planeación, sin visión, así, simplemente sobreviviendo a la parsimonia o al sobresalto de cada día, alineados a un acontecer que hacen personal siéndoles, totalmente ajeno, son esos los títeres del tiempo, las víctimas de una realidad que dicen no haber elegido y que la viven todos los días aceptando cualquier situación y sin hacer nada para cambiar, para transformar o para mejorar mínimamente eso que viven.
Hay una gran diferencia entre vivir la realidad o vivir la propia realidad. Todos aquellos que no eligen, viven la realidad; sólo quien elige, vive su realidad, la que quiere vivir.
Quienes no eligen sobre su vida y su realidad se escaquean de la misma. Son esos, los que viven fuera de ella, sencillamente, porque es una realidad autoimpuesta y asumida. Por operar sin su control se convierte en una realidad frustrante de la que a toda costa buscan salir. Son soñadores que no logran nada, ilusionistas, falsos, mentirosos y pagados de sí mismos. Son esos, los que además se quejan, se justifican, los negativos, los envidiosos, los rencorosos, los enojados y finalmente esos… que sólo ven pasar la vida y con ella pasan de todo.
Muy diferente es la realidad y la vida de quien elige, de quien comprende que lo que tiene delante es una oportunidad potencial, creativa, regeneradora, innovadora y transformadora; muy diferente es para quien elige sentir lo que quiere sentir, dedicar su tiempo y sus espacios a lo que considera mejor para sí mismo, diferente como disfruta, se enamora, se sensibiliza al entorno, aprecia, valora y comparte… en ellos no hay más que positivismo, espíritu de superación, compromiso y un respeto por ellos mismos y por su vida. Quien elige vivir la realidad que quiere vivir, la dota de un significado, de un nombre, de un objetivo, de una razón… y sí, muy diferente es la vida que se vive desde la elección personal, motivada y decidida de que esa vida sea la mejor vivida.
Por eso hoy le invito a darle un significado propio a su realidad, a nombrarla, a vivirla y a disfrutar de ella, hoy en este momento, y en todos los que estén por venir, porque es sólo suya y necesita de usted. Mejor elija, y hágalo desde el mejor lugar, proyecte en su presente lo que desea para su futuro, repare su pasado si así lo considera necesario y restaure en su ser todo aquello que le impida estar presente y activo. No lo olvide… disfrute, sienta, explore, agradezca, mire de frente y elija sus siguientes acciones, usted manda, usted dirige, usted controla su realidad y sobre todo usted define y da significado propio a su vida. Como siempre usted elige.¡Felices realidades, felices significados!
