CIUDAD DE MÉXICO.
Para el Gobierno de México, lograr solucionar de raíz el fenómeno migratorio que se vive a partir de la salida masiva de personas de sus países de origen, incluyendo México, será la tarea a cumplir en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024.
La administración federal se compromete a propiciar las condiciones económicas y de seguridad que eviten la salida forzada de mexicanos a Estados Unidos principalmente, pero también de migrantes de otras naciones de Centroamérica que pretendan cruzar territorio mexicano rumbo a su frontera norte.
Se espera que los programas sociales sectoriales tengan una incidencia concreta en la mejoría de las condiciones de vida en las principales zonas expulsoras de mano de obra y que los proyectos regionales de desarrollo actúen como “cortinas” para captar el flujo migratorio en su tránsito hacia el norte: el Tren Maya, el Corredor Transístmico y la Zona Libre de la Frontera Norte generarán empleos y condiciones de vida digna para atraer y anclar a quienes huyen de la pobreza”, se refiere.
En el caso de los mexicanos que viven en los Estados Unidos, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador señala que los gobiernos anteriores se encargaron de manera infructuosa de promover una reforma migratoria para mejorar las condiciones de los connacionales.
Sin embargo, México no insistirá más en una modificación a las leyes y normas migratorias del país vecino; en cambio, el Poder Ejecutivo Federal atacará las causas profundas de la emigración mediante la creación de empleos dignos, el desarrollo regional, la edificación de un estado de bienestar y el impulso a los procesos de construcción de la paz.
El propósito de esta política es que ningún ciudadano mexicano se vea obligado a abandonar su lugar de residencia por pobreza, marginación, falte de perspectivas de realización personal o inseguridad”, sostiene el documento.
En el caso de la migración centroamericana, la administración federal advirtió que la política pública a través del Instituto Nacional de Migración, no pretende “resolverle a Estados Unidos el problema de la llegada de migrantes, sino garantizarles a éstos los derechos al trabajo, la vivienda, la seguridad, la educación y la salud que el país les ha negado por décadas”.
El Ejecutivo federal buscará involucrar en esta solución a Estados Unidos y a los países de Centroamérica–Guatemala, Honduras y El Salvador– que son origen de flujos migratorios crecientes, en la construcción de mecanismos de reactivación económica, bienestar y desarrollo capaces de desactivar el fenómeno migratorio.
La meta planteada en el PND es que “en el último año del sexenio habrá cesado la emigración de mexicanos al exterior por causas de necesidad laboral, inseguridad y falta de perspectivas, la población crecerá de manera mejor distribuida en el territorio nacional y millones de mexicanas y mexicanos encontrarán bienestar, trabajo y horizontes de realización personal en sus sitios de origen, desarrollando su vida al lado de sus familias, arraigados en sus entornos culturales y ambientales”.
PND en política exterior
El Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 tiene como objetivo en materia de política exterior recuperar los principios de autodeterminación de los pueblos, no intervención, solución pacífica de las controversias y proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales.
De igual modo, promover la igualdad jurídica de los Estados, la cooperación internacional para el desarrollo, así como el respeto, la protección y promoción de los derechos humanos y la lucha por la paz y la seguridad internacionales.
En el documento entregado este martes a la Cámara de Diputados, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador acusó que el ciclo de gobiernos neoliberales “conllevó la liquidación de los principios históricos de la política exterior mexicana, principios que hunden sus raíces en la historia nacional y que colocaron al país como punto de referencia y ejemplo de buena diplomacia ante la comunidad internacional”.
Dijo que las actitudes sumisas, la incoherencia y el extremado pragmatismo fueron, en materia de política exterior (lo que propició) “un manejo entreguista, depredador y corrupto de la conducción económica”.
Como mandato en el PND, el Ejecutivo Federal se compromete a ofrecer cooperación, amistad y respeto para todos los países del mundo y, particularmente, para las naciones hermanas de América Latina y el Caribe.
En este gobierno México ratifica su pertenencia histórica y cultural a esa región e impulsará con énfasis los intercambios económicos, culturales, científicos y tecnológicos que abonen a la causa de la integración latinoamericana. Esta disposición será especialmente marcada hacia las naciones centroamericanas, con las cuales hay estrechos vínculos por vecindad, cercanía, cultura e historia compartida”, refiere.
En el caso de la relación con Estados Unidos, se buscará hacer valer durante el sexenio una relación que “se conduzca con base en el respeto mutuo, la cooperación para el desarrollo y la búsqueda negociada de soluciones a problemas comunes”, como es el caso del fenómeno migratorio centroamericano, las situaciones adversas que enfrentan millones de mexicanos que viven en el país vecino y las expresiones de la delincuencia transnacional: el tráfico de personas y el trasiego de armas, drogas ilícitas y divisas.
La compleja relación fronteriza y la presencia de unos 12 millones de mexicanos en Estados Unidos y de más de 120 mil en Canadá, así como la residencia en nuestro país de cerca de un millón de ciudadanos norteamericanos, colocan la relación con esas naciones como la principal prioridad de la política exterior”, se subraya.
jcp
